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LA SUBIDA, EN CIFRAS
La subida del salario mínimo interprofesional hasta los 1.184 euros mensuales que el Consejo de Ministros aprueba hoy incrementará la nómina a más de 13.000 trabajadores a tiempo completo de la provincia de Ourense, según pudo estimar este diario a partir del último informe del Banco de España. Es la cifra que representa el porcentaje de empleados con jornada completa que verán su salario aumentado, un 13%, la cifra más alta de todas las provincias españolas según la institución financiera.
De los 115.600 asalariados en Ourense, unos 101.400 trabajan a jornada completa, es decir ocho horas. De ellos, algo más de 13.100 verán sus nóminas incrementadas en 700 euros al año debido a la subida aprobada por el Ejecutivo central. Para las empresas, este aumento salarial del 4,4% supondrá un desembolso extra de 1.120 euros anuales por cada empleado a tiempo completo. Con esta situación, el tejido empresarial ourensano deberá dedicar en su conjunto casi 15 millones de euros añadidos en este concepto. Es decir, las compañías ourensanas abonarán más de 1,25 millones de euros extra cada mes por sus trabajadores.
Con la última subida aprobada, el salario mínimo asciende a 1.184 euros en 14 pagas. Las nuevas cantidades obligatorias por ley suponen ya más del 78% del sueldo medio en la provincia, próximo a los 1.500 euros.
Esta decisión llega tras el acuerdo entre sindicatos (que proponían una subida de 66 euros) y Ministerio de Trabajo, dejando fuera de la ecuación a la patronal (que quería limitar la subida a 34 euros). Esta situación ha provocado reacciones enfrentadas entre el ámbito empresarial y sindical ourensano.
La Confederación Empresarial de Ourense (CEO) señala que este aumento supone una onerosa carga para las empresas ourensansas, que afecta especialmente a las pequeñas y medianas, que luchan por equilibrar costes laborales con la necesidad de mantener la competitividad. Para la patronal, esta situación puede provocar que las empresas opten por no contratar o reducir plantilla, perjudicando, por tanto, al empleado. “Ourense tiene un tejido empresarial de pequeñas firmas y autónomos que cuentan con menos margen de maniobra y a los que esta medida supondrá un gran problema si no viene acompañada de medidas que ayudan a esta adaptación. Además, hay que tener en cuenta que desde 2018, el salario mínimo ha crecido casi tres veces más que el IPC mientras que la productividad de la pyme se sitúa en niveles de 2015”, señala Marisol Nóvoa, presidenta de los empresarios.
Por su parte, tanto CCOO como UGT discrepa con la patronal de que la subida del salario mínimo sea un lastre. “É un acordo necesario para mellorar as condición salarias de moitas persoas que soportan as peores condicións laborais, principalmente xóvenes e mulleres, compensando desta forma a brecha salarial”, señala Ana Barrios, secretaria general de CCOO en la provincia. Mientras que, Cristóbal Medeiros, secretario general de UGT en Ourense apunta que “el salario mínimo ha subido un 50% en los últimos seis años y se ha seguido creando empleando a gran ritmo”.
Será hoy cuando la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas a la semana sin reducción salarial se materialice. Lo hará prácticamente un año después de la primera reunión del diálogo social sobre la materia y tras haberse superado las diferencias que mantenían los Ministerios de Trabajo y de Economía.
Esta medida llega tras el acuerdo que firmaron en diciembre el Ministerio que dirige Yolanda Díaz, CCOO y UGT y que deja fuera finalmente a las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme, al entender que la jornada laboral debería fijarse vía negociación colectiva y no por imposición. La rebaja de jornada formaba parte del acuerdo de gobierno entre PSOE y Sumar y beneficiará a cerca de 12 millones de trabajadores.
La subida del salario mínimo en 50 euros mensuales no tendrá especial incidencia, a priori, en la economía según los expertos. “No creo que se vea afectada por una subida tan pequeña. Sobre todo porque en su momento se subió mucho más y no pasó nada. Hay margen para esa subida en la mayor parte de los casos”, apunta el profesor titular de Economía Aplicada en la UVigo. En la misma línea se expresa Carmen Sampayo, decana del Colegio de Economistas de Ourense “no es una subida tan alta como para tener repercusión. Aunque es cierto que las empresas que tienen menos margen de maniobra pueden tener problemas”.
La propia Sampayo apunta que la incidencia sí se notará en los bolsillos de los trabajadores. “En Ourense se notará más que en otros territorios por el coste de la vida”. Por su parte, Vaquero cree que está subida aún no es acorde al coste de la vida. “La subida es bastante reducida, por lo que mitigará algo, pero aun así no parece suficiente para compensar el incremento de los precios”.
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