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PARQUE NACIONAL PENEDA-GERÉS
La situación del incendio en el Parque Nacional da Peneda-Gerês, en la zona portuguesa limítrofe con Ourense, es cada vez más dramática, con un empeoramiento este lunes por las fuertes rachas de viento que azotan la zona, informa la prensa portuguesa.
Los constantes rebrotes y la virulencia de las llamas están complicando de forma extrema las labores de extinción, llevando al presidente de la Cámara de Ponte da Barca a calificar la situación como "o Inferno na Terra", según indicó esta tarde de lunes a medios lusos.
Según los últimos datos, se habrían calcinado ya cerca de 4.000 hectáreas de arbolado en este incendio iniciado en Lindoso (Ponte da Barca) y expandido por el Gerês, lo que lo sitúa en uno de los más graves de la historia reciente en el paraje transfonterizo Gerês -Xurés.
El fuego "totalmente descontrolado" ha elevado la alarma en A Baixa Limia, especialmente en el Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés, ante el avance incontrolable del fuego, que ya se está expandiendo en todas direcciones y mantiene cortada totalmente al tráfico la frontera de A Madalena (Lobios), donde a escasos kilómetros de terreno ourensano se han reactivado varios focos esta tarde.
"É o Inferno na Terra", ha insistido el alcalde de Ponte da Barca, reflejando la magnitud de un desastre que mantiene en vilo a los vecinos y autoridades a ambos lados de la frontera, amenazando casas y dejando ya seis bomberos heridos (1 en combate de las llamas y 5 por un accidente de tráfico mientras acudían al operativo).
Marinho, el regidor de Ponte da Barca, afirmó esta tarde de lunes que el fuego "empiorou e está totalmente descontrolado", expandiéndose "a todos lados" y con "casas ameazadas". El alcalde reiteró su angustia: "Estou muito preocupado. O fogo está totalmente descontrolado".
La Estrada Nacional 203 que comunica con Lobios ha sido nuevamente cortada, complicando la movilidad en la zona transfronteriza.
La preocupación radica en la posibilidad de que las llamas se extiendan a Terras de Bouro, un área que forma parte del Parque Nacional da Peneda-Gerês (PNPG), contiguo al Xurés ourensano a través de la Portela do Home.
Los equipos de emergencia están lidiando con un viento impredecible y las condiciones del terreno, escarpado y de difícil acceso, favorecen la rápida propagación y la aparición de nuevos focos.
Los rebrotes del incendio implican un riesgo constante y elevado de que las llamas traspasen la frontera, aunque técnicos de la Xunta los descartaban esta mañana a La Región, antes de que todo se descontrolase con el avance del día.
Las últimas horas están siendo de intensa lucha, con más de 300 bomberos y múltiples medios terrestres y aéreos desplegados, también de la Xunta de Galicia.
Los medios aéreos se verán obligados a retirarse con la llegada de la noche, dejando la batalla exclusivamente a los efectivos en tierra.
La fatiga de los bomberos es evidente, apuntaron fuentes del despliegue a la prensa lusa, con muchos de ellos llevando más de 24 horas sin descanso, pero la batalla contra este "infierno" continúa, quiza, confiesan, con una "mengua de efectivos".
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