Los jabalíes aumentan en número pero también en tamaño en la provincia de Ourense

Un mes después de que la Xunta de Galicia decretara la emergencia cinegética temporal para poder cazar sin límite el jabalí, las batidas organizadas obtienen productivos resultados cada fin de semana en la provincia ourensana. La última jornada de caza de la Peña Santo Cristo de Viana do Bolo resultó ser todo un éxito, y es que abatieron tres ejemplares de jabalí cuyo peso se sitúa entre los 100 y los 140 kilogramos. Fue concretamente en la zona conocida como “Mancha de Pinza” en la que este grupo de cazadores, formado por 16 hombres y una rehala de 23 perros, logró hacerse con los tres ejemplares, dos de ellos durante la mañana, mientras que el último llegó a la tarde. Su peso: 101, 116 y 137 kilogramos.

La presencia de estos inmensos animales, conocidos como “vakamulos”, es cada vez más común en los montes ourensanos debido al abandono de las tierras. Esto permite que los jabalíes campen a sus anchas y se sobrealimenten durante años hasta alcanzar grandes dimensiones. Su peso puede alcanzar los 180 kilogramos y su vida gira en torno a esconderse entre las zarzas, alimentarse y volver a su lugar de encame.

Otra de las razones que podrían contribuir a su peso y longevidad -puede alcanzar la década de edad- es la dificultad de su depredador, el lobo, a la hora de “enfrentarse” en solitario a animales de tal envergadura y agresividad. Y es que, aunque existe presencia de lobos en la zona, no hay grandes manadas que puedan hacer frente a este tipo de animales y optan por ejemplares de menor tamaño más débiles y accesibles.

Hace apenas un año, la peña Nova de Vilariño de Conso daba caza a un ejemplar de 154 kilogramos en los montes de Soutogrande y la misma Peña Santo Cristo se hacía con otros tres ejemplares que superaban los 110 kilogramos.

Emergencia cinegética

Si cada vez es más común encontrarse a estos “vakamulos” en el entorno rural, la presencia de esta especie asciende de manera recurrente en áreas urbanas y periurbanas. El número de daños causados por el jabalí continúa aumentando estrepitosamente y es por ello que el pasado 12 de octubre la Xunta de Galicia decretaba, por segunda temporada consecutiva, la emergencia cinegética. Una emergencia cinegética que ha incrementado su extensión con respecto a la anterior, afectando al 85% de la superficie de la comunidad y que pretende acompañarse de otras medidas complementarias como la instalación de jaulas-trampa que permitan prevenir los daños en las zonas urbanas.

Desde la Federación Gallega de Caza señalan que el problema no es una plaga de la especie: “O problema é que hai xabarís en zonas onde non deberían estar. Antes esta especie estaba nos montes, agora aparece en zonas urbanizadas e agrícolas. Dende a Federación solicitamos que se limpe a maleza destas zonas para evitar que teñan unha zona de refuxio e encame”.

Un total de 30.000 cazadores llevan a cabo unas mil batidas cada fin de semana y durante la pasada temporada el número de ejemplares de jabalí abatidos ascendió a 19.600 en el territorio gallego, pero la problemática con esta especie no cesa.

La presencia de estos animales aumenta y la Administración intenta frenar esta tendencia con medidas como la caza “sin límite”; sin embargo, los daños causados por esta especie se incrementan año tras año.