Mapa | Estos son los monumentos de Ourense en lista roja por riesgo de desaparición

La Lista Roja de Patrimonio es una iniciativa de la asociación Hispania Nostra, que identifica y denuncia los monumentos en España que están en grave riesgo de desaparición o deterioro. Hechos que en muchos casos también tienen relación con la despoblación.

En la provincia de Ourense, varios monumentos han sido incluidos en esta lista debido a su estado de conservación.

Consulta sus ubicaciones en el mapa de Ourense

Monasterio de Santa María de Osera

El Monasterio de Santa María de Osera, fundado en el siglo XII, está en la lista roja de monumentos en peligro desde 2007. Después de la desamortización de Mendizábal, pasó a ser propiedad de la Casa de Alba y hoy está en un estado muy deteriorado. Aunque la iglesia aún conserva algunos elementos románicos, como una portada y capiteles, ha sufrido reformas y expolios a lo largo de los años. No tiene protección legal, pero gracias a la asociación O Sorriso de Daniel, se ha limpiado de hierbas que amenazaban con destrozarlo.

Monasterio de Santa María de Melón

El Monasterio de Santa María de Melón, fundado en el 888 por Alfonso III, es otro de los monumentos en ruinas de Ourense. Después de ser reconstruido en 1760, funcionó hasta 1836, cuando fue definitivamente abandonado. A pesar de estar en un estado de ruina y cubierto de vegetación, el monasterio conserva detalles como el escudo en la puerta principal, que lo vincula con Celanova desde 1499. Catalogado por la Xunta de Galicia, este monumento fue añadido a la lista roja en 2011, siendo uno de los primeros en entrar debido a su deterioro.

Casa rectoral de San Xoán de Barrán

La Casa Rectoral de San Xoán de Barrán, situada en Piñor, es uno de los monumentos en riesgo de desaparición, incluido en la lista roja desde 2019. Aunque tiene raíces en el siglo XVIII, especialmente en 1743, la casa fue más conocida por albergar a figuras eclesiásticas como Joaquín Antonio de Barros, abad de San Juan de Barrán. A pesar de su valor histórico, se encuentra en abandono total, con techos en peligro de derrumbe y sin restauraciones a la vista. La Iglesia y la Xunta no parecen interesados en su recuperación, lo que agrava su deterioro.

Monasterio de Santa María de Melón

El Monasterio de Santa María de Melón, incluido en la lista roja de monumentos en mal estado desde el 3 de marzo de 2020, tiene una historia larga e interesante. Fundado en el siglo XII, fue una de las grandes influencias del Cister en Galicia. Durante siglos, fue un lugar clave, con donaciones y anexiones de otros monasterios. Sin embargo, con la desamortización del siglo XIX, el monasterio fue abandonado y comenzó a deteriorarse.

Hoy, lo que queda del monasterio está cubierto por la maleza, y se pueden encontrar restos de columnas, capiteles y otros elementos por el terreno. Aunque se empezaron a hacer algunos trabajos de restauración, el monasterio sigue en ruinas, con apenas algunas partes de los claustros y otras estancias en pie. Es un lugar que, aunque lleno de historia, sigue esperando una intervención para evitar que se siga perdiendo.

Monasterio de Lobás

El Monasterio de Lobás, incluido en la lista roja en marzo de 2019, tan solo tres días después que el Monasterio de Santa María de Melón, fue un monasterio femenino benedictino activo entre los siglos XI y XIII. Aunque se intentó restaurar en varias ocasiones, no ha habido avances significativos. En su momento, las monjas que lo habitaron dependían del Monasterio de San Paio de Antealtares en Santiago de Compostela.

El monasterio tiene una iglesia de estilo románico de una sola nave y un ábside rectangular, con una portada lateral de arco apuntado y arquivoltas. Las áreas residenciales, que originalmente estaban conectadas a la iglesia por un paso elevado, fueron renovadas en época barroca y ahora están en ruinas. Aunque la iglesia ha seguido en uso hasta hoy, el convento está muy deteriorado, con muros desplomados y cubiertas caídas, mientras la vegetación se ha apoderado del lugar. La restauración de este monumento sigue pendiente.

Torre de Sande

La Torre de Sande, fue el último monumento de 2020, incluido en la Lista Roja en mayo. Fue parte de una fortaleza medieval utilizada para la defensa y vigilancia de la zona. Su origen se remonta al siglo XII, aunque la torre sufrió las consecuencias de la Revuelta Irmandiña en el siglo XV y fue reconstruida después. Abandonada desde el siglo XIX, ha sufrido varios intentos de restauración, pero aún sigue sin intervención efectiva.

Ubicada a 506 metros de altura, entre los ríos Arnoia y Miño, la torre se conserva en mal estado. A pesar de que parte de sus muros aún se mantienen en pie, presenta importantes grietas que comprometen su estabilidad. La torre está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), pero su futuro depende de una restauración urgente.

Torre del Torán

La Torre del Torán, un castillo medieval de los siglos XIII a XV, se encuentra en grave deterioro. Lo único que queda en pie es la Torre del Homenaje, de 12 metros de altura, construida con sillares de granito. A su alrededor hay casas tradicionales hechas con piedras del castillo. La torre presenta troneras y aspilleras, pero sufre el efecto de la erosión, la vegetación invasiva y la sustracción de piedras. Está declarada Bien de Interés Cultural pero sigue en mal estado de conservación.

Casa Parroquial de San Pedro de Dadín

La Casa Parroquial de San Pedro de Dadín, una construcción barroca rural del siglo XVIII, fue incluida en junio de 2022 y está unida a la iglesia del mismo nombre. A mediados del siglo XX, la ampliación de la carretera destruyó su patio original. La casa tiene forma de L y está construida con cantería. Aún se conserva una escalera central que da acceso a una galería de dos pisos, sostenida por columnas y ménsulas de piedra. Los dinteles de las puertas tienen inscripciones marianas. El edificio está abandonado y en ruinas, en riesgo de desaparecer.

Convento de los Trinitarios Descalzos de Correxais

El Convento de los Trinitarios Descalzos de Correxais, fundado en 1723 y finalizado en 1727, está situado en lo alto del monte Vilariño, cerca del río Sil. Aunque se abandonó tras la desamortización del siglo XIX, la estructura del convento sigue destacando por su gran altura y sus muros de mampostería. El ala principal tiene tres plantas, una solana que da al paisaje y un interior con varias estancias, algunas con arranques de bóvedas. En el suelo se conservan algunos sillares con inscripciones religiosas.

El estado de conservación es crítico: grandes grietas amenazan la estabilidad de la fachada, y la cubierta ya no existe. Sin intervención urgente, el convento podría desaparecer. Sin embargo, algunas partes han sido preservadas gracias al esfuerzo de los vecinos y su vinculación con viviendas cercanas. Aunque no tiene protección legal directa, la iglesia de San Pedro asociada al convento está catalogada en el Patrimonio Cultural de Galicia.

Rectoral de Morgade

La rectoral de Morgade está en A Limia y es uno de los edificios más emblemáticos del lugar, junto con la iglesia románica y el cruceiro del siglo XIX. Es una construcción compacta, con un patio interior y varias dependencias alrededor. Originalmente, el conjunto estaba unido, pero la construcción de la nueva carretera y los panteones en el atrio de la iglesia cambiaron su disposición.

El edificio tiene dos plantas y muros de piedra. Su fachada destaca por un gran portalón y un reloj de sol con una figura humana. Aunque antes tenía una galería de madera en una de sus esquinas, esta desapareció hace años cuando se amplió el cementerio. Hoy en día, la rectoral está en muy mal estado, con la cubierta caída, vegetación en su interior y los muros inclinados. Si no se actúa pronto, podría derrumbarse por completo.

Casa da Encomenda de Beade

Este edificio solía ser parte de la Orden de Jerusalén y refleja la riqueza de la zona vinícola de O Ribeiro, ubicada cerca del río Avia. En la fachada se pueden ver escudos relacionados con un antiguo comendador de la orden, don Frey Ares López Fandiño de Goyanes, que vivió entre los siglos XV y XVI.

La casa tiene forma rectangular y está formada por varias secciones, con un tejado a dos aguas. Se conecta con el atrio de la iglesia de Beade a través de una portada decorada. En el patio, aún quedan restos de lagares y bodegas antiguas.

En cuanto a su estado, el lugar está en ruinas. La cubierta y los muros se están cayendo, y la vegetación lo ha invadido todo. Además, varias piezas decorativas se han perdido.