María José Menor: "El reto actual de la enfermería es fomentar más la investigación"

La ourensana María José Menor enfrenta un nuevo reto como académica numeraria de la Academia de Enfermería de Galicia, creada en 2012. La avalan más de 15 años de experiencia en la profesión y en gestión sanitaria, además de su doctorado por la Universidad de Granada. Actualmente, es subdirectora de Humanización y Atención al Ciudadano del área sanitaria de Santiago-Barbanza y profesora de la Escuela de Enfermería del Campus de la UVigo en Ourense. Sin duda, a Menor no le asustan los retos ni las responsabilidades.

¿Qué supone acceder a la Academia? ¿Qué podrá hacer desde ahí por la Enfermería?

Acceder es un orgullo y un honor. Supone el culmen de una carrera profesional, un reconocimiento a una trayectoria de muchos años y mucho sacrificio formándose y formando a los demás. Es una institución que está vinculada a la Consellería de Sanidade, que persigue potenciar la evidencia científica y la investigación en Enfermería, asesorar, fomentar y visibilizar la profesión.

¿Cómo es el proceso de selección para entrar?

Primero se publican las plazas en el Diario Oficial de Galicia (DOG) cuando existen vacantes de académicos numerarios. Con las plazas se publican también las vacantes y los requisitos, uno de los preferentes es contar con un título de doctor. Se evalúa el expediente en base a las publicaciones científicas realizadas en revistas de impacto, puntúa la experiencia docente, la experiencia en gestión… Como mínimo hay que tener 15 años de experiencia, de bagaje profesional.

¿En qué ámbito centró su tesis doctoral?

Mi doctorado se centró en evaluar la efectividad de realizar una intervención educativa en el fomento de hábitos de vida saludables en niños de 6 a 12 años, fue un estudio multicéntrico entre tres centros. Evalué los hábitos saludables de los niños antes de la intervención y seis meses después.

En esa línea, una reivindicación recurrente en la Enfermería es contar con presencia en los centros educativos.

Está más que demostrado por sociedades científicas, y también con mi tesis doctoral lo comprobé, que si tú motivas a los niños y les enseñas hábitos de vida saludables desde los cuatro o seis años, en el futuro los mantendrán. Si previenes la obesidad desde la tierna infancia es muy raro que en la adultez la desarrollen. A los cuatro años se empieza a formar la personalidad, los niños están ávidos de información, es el momento de darle estas enseñanzas.

¿A qué retos se enfrenta la profesión?

En estos momentos, tiene que enfocarse a fomentar la investigación, es cierto que cada vez se está incrementando más, pero todavía es una asignatura pendiente. También es necesario mejorar la comunicación con la población en general, con la ciudadanía, con los pacientes, y hacer educación sanitaria, que es nuestra competencia por excelencia.

En ciertas áreas de la Enfermería faltan trabajadores. En la provincia, algunas residencias de mayores buscan personal en otros países, como Portugal. ¿Qué sucede?

El ámbito sociosanitario no es atractivo para muchas enfermeras porque la experiencia no puntúa en el Sergas y los salarios son más bajos.

¿Muchas se marchan fuera de Galicia en busca de mejores condiciones?

No creo que se vayan tantas profesionales como podemos creer, pero lo que ocurre hoy en día, por lo que veo en la Escuela Universitaria de Enfermería, es que muchos alumnos no se incorporan al mercado laboral al finalizar la carrera. Continúan estudiando, quieren hacer una especialidad, ya sea de matrona, de salud mental o de comunitaria, y por eso no comienzan a trabajar al graduarse.

Recientemente, se realizaron las pruebas de la Oferta Pública de Emprego (OPE); eran más de ocho mil personas en toda Galicia para 1.550 plazas. Tanta gente para tan pocas plazas…

Eso no es de ahora, siempre se presentan muchas personas. En este tipo de pruebas hay dos partes: la parte de los méritos que tengas acumulados y la parte de lo excelente que hagas el examen. En relación con esto, hay dos perfiles de compañeras que se presentan: las que tienen todas las puntuaciones máximas, y las que no las cumplen, que no tienen opción de lograr una plaza fija, pero sí la tienen de subir en el puesto que ocupan en las listas de contratación del Sergas. Por tanto, hay quien hace el examen para lograr un puesto fijo, y hay quien lo hace para subir en las listas de contratación. Por eso se presenta tanta gente.

¿Cree que la visión sobre la Enfermería ha mejorado en los últimos años?

Sí, ha mejorado, pero tiene que cambiar más. La responsabilidad de esa visibilidad la tiene la propia Enfermería, nosotras somos quienes tenemos que decir que somos doctoras, investigadoras, docentes, que no somos solo asistenciales, que no somos las auxiliares de nadie, tenemos nuestro propio campo de conocimiento. Desde hace años somos ya una carrera universitaria, un grado, como el que tiene un farmacéutico, un médico…

¿Es necesario visibilizar más la profesión?

Sí, pero somos nosotras las que tenemos la capacidad de que ese cambio se produzca, es nuestra responsabilidad. La Enfermería tiene una función clave dentro de una organización sanitaria, pero no estoy hablando solo de los hospitales o de la Atención Primaria. Hay compañeras presentes en empresas, en los aeropuertos, en las fuerzas armadas, en la universidad como profesoras, investigadoras… formamos parte de distintos ámbitos de la sociedad, tenemos presencia en muchas áreas, aunque no se sepa.

¿El impacto de la pandemia ayudó a visibilizar a las profesionales? La Enfermería fue la que se encargó de vacunar a toda la población.

Sí, es cierto que la pandemia nos dio visibilidad, claro. Es que hay que tener en cuenta que dentro de cualquier institución sanitaria nosotras somos el colectivo de profesionales más numeroso. Y en los hospitales hay enfermeras pendientes de los pacientes durante las 24 horas, los 7 días de la semana, para atenderlos cuando necesiten algo.