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OFERTA DE VIVIENDAS
Más de la mitad de los concellos ourensanos -el 58%- no cuentan con ninguna vivienda disponible para alquilar, según reflejan los datos proporcionados por la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), los cuales muestran como es la situación en la provincia en agosto de 2024.
Esta falta de oferta de arrendamiento complica todavía más el objetivo de poblar el rural ourensano, ya que la gran mayoría de las viviendas del mercado inmobiliario se encuentran en régimen de compraventa, que constrasta con la escasez del alquiler. Esto supone una barrera económica para los que quieren vivir en estas zonas, especialmente para los más jóvenes.
Desde Fegein, subrayan que esto se debe a que “la Ley de Vivienda Estatal, con toda la inseguridad jurídica creada desde su entrada en vigor hace un año, o la impunidad okupa e inkiokupa está provocando que propietarios descarten poner en alquiler las viviendas”. Esto provoca, según explican, que “las deriven hacia otras modalidades de comercialización, como el alquiler por habitaciones, alquiler de temporada, alquiler turístico, al circuito de comercialización en compraventa o directamente las dejen vacías”.
Esto se refleja en comarcas como la de Verín, Baixa Limia o Valdeorras, en las cuales la oferta no llega a más de una docena de viviendas en alquiler en cada una de ellas. Por ejemplo, en la región verinesa, según los datos de portal inmobiliario Idealista, únicamente hay tres casas para arrendar.
Las dos primeras están en el propio Verín. Una de ellas cuenta con cuatro habitaciones y garaje y es para alquiler de temporada, por un precio mensual de 1.200 euros, mientras que la segunda es un ático de dos habitaciones que cuesta cada mes 600 euros. Además, hay una casa disponible en Laza de una habitación que también es alquiler de temporada, en este caso con un coste mensual de 250 euros.
Una situación similar viven en el área de Caldelas-Trives, donde la oferta de vivienda en alquiler no pasa de la media docena en el circuito de comercialización, al igual que sucede en el área de Allariz-Maceda.
El presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias, Benito Iglesias, señala que “hay mucha vivienda vacía en la España vaciada y no se ve ningún plan para revitalizar estas zonas como podría haber sido fomentar el teletrabajo, pues el principal problema de la vivienda no es que no las haya, sino que las personas quieren vivir donde tienen el trabajo”.
Por otra parte, considera que hay escasez de construcción de nuevas viviendas en áreas donde la demanda es alta, “exacerbada por la complejidad burocrática y los cambios frecuentes en las regulaciones gubernamentales que desincentivan la inversión en el sector inmobiliario”.
Este problema cada vez se retroalimenta más. Continuamente, aumenta la oferta de trabajo en zonas donde la demanda de alquiler es alta, provocando la concentración de los habitantes en ciudades muy concretas, cuya oferta de arrendamiento no puede absorber la demanda existente, por lo que los precios acaban disparándose.
Benito Iglesias señala que para aumentar el stock de viviendas se deben abordar medidas como “la protección de los propietarios, la promoción de la inversión y la creación de viviendas de protección oficial, fundamentales para abordar la crisis de vivienda”.
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