Niega que tiró los tejos a una anciana de Ourense para lograr sus bienes

LE ACUSAN DE MANIPULAR A SU VECINA

El acusado insistió en que se preocupó por la mujer y nunca la manipuló: “Ella estaba muy sola”

Publicado: 01 abr 2025 - 21:15 Actualizado: 02 abr 2025 - 12:37

Pablo Miguel F.D.S., ayer en la Audiencia Provincial antes de su declaración.
Pablo Miguel F.D.S., ayer en la Audiencia Provincial antes de su declaración. | José Paz

Una mujer de 83 años realizó el 30 de mayo de 2019 un testamento en el que designaba como heredero universal a su nieto y le reconocía a su hija la legítima. Doce días después, otorgó un nuevo testamento en favor de su vecino Pablo Miguel F.D.S.. Finalmente, falleció semanas más tarde, a mediados de julio. ¿Por qué cambió su decisión? Ese fue el principal debate que se llevó a cabo este martes en la Audiencia Provincial.

La Fiscalía sostiene que Pablo Miguel le “tiraba los tejos” a su vecina y así consiguió llevársela a vivir a su casa. Una vez allí, asegura el Ministerio Público, le impidió las relaciones con terceras personas y familiares y la llevó a una notaría de Lugo para que otorgara un testamento a su favor aprovechándose de su situación de “anciana frágil”. Aproximadamente dos semanas después, volvieron al mismo notario y la mujer firmó una escritura de cesión de bienes a cambio de alimentos, en la que cedía al acusado el pleno dominio de su piso.

La hija de la mujer compartió este martes en el juicio su creencia de que a su madre le hicieron algo, ya que asegura que no pasó nada en esos doce días que expliquen el cambio. “A mi madre no había forma de quitarle el dinero, ella lo quería todo y siempre me dejó claro que el heredero iba a ser mi hijo”, añadió.

Precisamente el que iba a ser heredero universal también testificó en el juicio. Contó que en 2019 estaba estudiando fuera, pero que venía todos los fines de semana a visitar a su abuela. Además, hablaba con ella a diario, por eso le preocupó tanto cuando estuvo varios días sin contestarle.

Por ello, fue al piso de ella, pero no estaba y decidió quedarse a dormir a ver si aparecía. Lo despertó Pablo a la mañana siguiente y le dijo, según su versión, que se la había llevado a su casa. “De la noche a la mañana la dejé de ver”, explicó. Un día, recibió una llamada de los sanitarios avisándole de que su abuela estaba en el hospital. Allí y poco antes de morir, su abuela le contó que no le daban de comer, no le cambiaban las sábanas o no la dejaban ir al baño. “Estaba destrozada”, aseguró el testigo.

Al hospital fue después de que la Policía se personase en el piso de Pablo tras recibir un aviso de que una persona de avanzada edad estaba haciendo aspavientos desde el balcón del octavo. “Estaba muy agitada”, relató este martes uno de los agentes. Finalmente, tomaron la decisión de llamar a una ambulancia.

Una de las cuestiones que centró el debate fue el estado mental de la mujer y si fue consciente de lo que hacía en relación con los testamentos. Al respecto, declararon varios psiquiatras que hablaron con ella cuando ingresó en el hospital. Uno de ellos indicó que saltaba de un tema a otro y tenía síntomas compatibles con un deterioro cognitivo, aunque también con otras patologías. Además, señaló que ella le dijo que Pablo le tiraba los tejos y que le parecía extraño porque era una persona de avanzada edad, algo que repitió a más sanitarios. Otra de las sanitarias aseguró que la mujer era una persona manipulable y vulnerable. “No creo que estuviera muy en condiciones de hacer testamentos”, manifestó otro perito.

Versión del acusado

Pablo Miguel declaró en último lugar y solo a preguntas de su abogado. Aseguró que se preocupó de la mujer y que no la manipuló. “Ella tenía problemas con su familia, estaba muy sola”, indicó. Además, puso de manifiesto que él no tiene problemas económicos.

Las acusaciones recordaron durante el juicio que el acusado ya fue condenado por el Tribunal Superior de Xustiza por estafa. Los magistrados le impusieron tres años y medio de prisión después de que un residente de un geriátrico de Verín, donde Pablo Miguel era apoderado, otorgó testamento abierto en el que lo instituía heredero universal de todos sus bienes al acusado.

La postura de la fiscal, Isabel Cortés: “El acusado no es el ángel salvador que nos quiere vender”

“La imagen que nos quiere vender el acusado de ángel salvador no se corresponde con la realidad”, así de contundente fue el inicio del informe final de la fiscal. Incidió en que la mujer era una “anciana frágil” y aseguró que el acusado se la llevó a su casa para “condicionar su voluntad”. La fiscal solicita para el acusado una condena de un año y seis meses de prisión por un delito de extorsión o subsidiariamente por uno de coacciones.

La postura de la acusación particular, Alexander Diz: “Lo hizo en una ciudad distinta y con oscurantismo”

El abogado de la acusación particular comparó los hechos con los que sucedieron en Verín y por los que fue condenado Pablo Miguel. “Empleó el mismo mecanismo, el mismo instrumento, el mismo notario: en una ciudad distinta, con oscurantismo y lejos de un ámbito en el que alguien lo pudiese reconocer a él o a ella”, indicó el letrado. Solicita que se condene a Pablo Miguel a ocho años de cárcel por un delito de estafa.

La postura de la defensa, Jorge Álvarez: “La mujer era bastante cambiante en sus opiniones”

El abogado comenzó reprochando al Ministerio Fiscal y la acusación particular de la sentencia condenatoria del TSXG contra su cliente y recordó que no es firme. “La mujer era una persona bastante cambiante en sus opiniones”, señaló Jorge Álvarez. Este argumento lo sustentó en que otorgó un total de 13 testamentos. No ve indicios para condenar a su cliente y por ello solicita a los magistrados que lo absuelvan.

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