"Nunca dejéis de apoyarlo"

El paseo por las calles del centro de la ciudad es cada vez más nostálgico para muchos ourensanos. Van a más los locales que se vislumbran vacíos, y en calles "top", como Santo Domingo, ven cerrar negocios ilustres. Cuando un pequeño negocio cierra, se va un pedacito de cada calle y, por tanto, de Ourense.

Solo en lo que ha transcurrido de año cerró sus puertas el histórico Café Bohemio, en la rúa da Paz; un bar en la céntrica praza de As Mercedes que llevaba ya varios años en funcionamiento, las tiendas de ropa y complementos, Coach y David, en Santo Domingo y una histórica tienda de zapatos también ubicada en esa calle.

Una de las noticias más comentadas en el comercio local estos días es el cierre de uno de los referentes, Maricastaña, en esa "milla de oro" comercial ourensana. Abierto desde 2014, echaron el cierre hace tan solo dos semanas, si bien contentas de haber conseguido implantar algo "diferente".

En su despedida, Amil y Nuria dejaron un mensaje claro a su clientela, dejando claro que seguirán con proyectos: "Nunca dejéis de apoyar el comercio local, Ourense está lleno de vida gracias a nuestros compañeros de gremio y queremos que así siga siendo".

También en esa céntrica calle, en la entrada a las galerías, dijo adiós la tienda de ropa de la cadena Mimi Muá, y un poco más abajo aparece vacía la tienda de ropa infantil Parrulos.

Siguiendo el camino en la rúa da Paz, a finales del pasado año dejó el local la tienda infantil Quecos y la zapatería Zapatiños, y en su perpendicular, la tienda Good Vibes, de la rúa San Miguel, abierta hace no muchos años, también ha bajado la persiana justo con la entrada de este nuevo año.

En esa misma calle, un poco más abajo, se cerró una de las tiendas de moda Dantone que, sin embargo, continúa en el centro comercial y atiende en Bêttega.

La tienda María Belkis, en Noriega Varela, también anuncia su liquidación por jubilación, al igual que uno de los establecimientos más míticos de toda la ciudad. Se trata de la mercería Jazmines, en la rúa das Tendas, con Maite González al frente desde hace más de 35 años; pero una tienda que es ya centenaria.

Las jubilaciones

Todavía le quedan algunos coletazos, hasta que consiga vender todo, pero aprovecha para recordar los problemas que tienen algunos compañeros del gremio ahora: "Algunos precios de los alquileres son desproporcionados, no es justo y no lo puedo entender. Yo no me quejo, he tenido años muy buenos, y el local es mío, pero comprendo los lamentos de algunos".