Obituario | Adrián Sánchez, "Betxo", esa pieza especial para el grupo

Un amigo y compañero de equipo

Publicado: 19 dic 2021 - 08:10 Actualizado: 19 dic 2021 - 08:10

2021121908093838527
2021121908093838527

Adrián lo era para su familia: la mejor madre del mundo, Cana, Pereira y Pablo, a quienes enviamos el más fuerte de los abrazos y todo el cariño del mundo. Ellas son prácticamente las únicas personas a las que escuchaba llamarle así. Para todos los demás siempre ha sido y siempre será Betxo.

Como no podía ser de otra manera y como seguro que a muchos más, el baloncesto te puso en mi vida. Pronto me di cuenta de que Betxo, era esa pieza fundamental en cualquier grupo que hace que este fuera diferente, fuera especial. Doy gracias al baloncesto por haberte puesto en mi vida, porque cualquiera que tuviera la suerte de haber sido su compañero, al nivel que fuese, o rival, sabrá el valor de la persona y la capacidad que tenías para hacer sentir a todo el mundo a gusto. Viniera de donde viniera y tuviera las capacidades que tuviera.

Betxo era una persona especial, un líder natural que creaba un ambiente de confianza y de amistad a su alrededor. Él hacía que cualquier grupo, hasta el más dispar que compartimos, fuese un lugar magnífico en el que estar y pasar el mayor tiempo posible. Así, desde el primer momento que te conocí, fuiste el artífice de convertir un equipo de baloncesto un grupo de amigos. Eras así también en la vida, y comprendí que tus valores y tu forma de entender el mundo eran lo que yo quería. El baloncesto nos unió pero al momento, -te estaré eternamente agradecido- empezamos a compartir nuestra vida. A tu lado maduré, viví cientos de experiencias vitales y compartimos prácticamente todos los grandes momentos de nuestras vidas, los mejores y también los peores.

Siempre fuiste para mi, y seguro que para muchísima más gente, un pilar en el apoyarse. Tú eras así, estabas a todo y no se te escapaba ni el más mínimo detalle. Empecé a pensar en esta carta cuando me dieron la peor noticia que me han dado en mi vida. Siempre, desde el primer día, tuve clarísimo que lo ibas a conseguir, y en el fondo se que lo conseguiste. Ojalá nos hubieses podido regalar muchos más años a tu lado, pero sin duda lo diste todo y nos diste todo lo que tenías, y así nos lo demostraste con toda la fuerza que desprendías. Siempre fuiste un ejemplo para mi y para todos los que estábamos a tu alrededor. En los últimos tres años nos diste una auténtica lección de vida.

El motivo por el que pensé en esta carta fue porque, a nuestro más puro estilo, hemos compartido los mejores años de nuestras vida. Y creo que nunca te llegué a decir te quiero. Durante este último mes he pensado tantas veces en decírtelo… pero en el fondo me negaba. Me negaba porque no quise aceptar -y más viéndote transmitir toda tu fuerza y vitalidad- que esto terminase pasando.

Después de empezar tu lucha dijiste que eras mejor. No lo dudo, nos lo demostraste con creces, pero es que ya antes eras el mejor. Esta carta no es para dar pena porque tú nunca quisiste dar pena. Incluso te molestaba, era otra cosa más que me encantaba de ti.

Nos diste estos últimos años grandísimos momentos que nunca olvidaremos. En especial nos quedará marcado este último verano, porque te fuiste de esta vida como fuiste en ella. Te fuiste siendo el alma del grupo. Te fuiste dándolo todo y disfrutándola como te merecías.

Esta carta es para que todos los que tuvimos la suerte de conocerte, al nivel que fuese, te recordemos como te mereces. Como la grandísima persona que siempre fuiste y para poder decirte:

Te queremos Betxo, te quiero Bech.

Un amigo y compañero de equipo

Contenido patrocinado

stats