La "pandemia laboral" en Ourense deja en el aire 400 empleos en un mes

La vacuna contra el covid está dispensándose, pero la debilidad del tejido productivo ourensano sigue expuesto a la patología asociada a la pandemia. Tanto es así que en el último mes en torno a 400 empleos están en el aire en Ourense, pertenecientes a dos sectores fundamentalmente: el textil y la banca. A salvo de que haya otras empresas que acometan reducciones de plantilla —y que no hayan comunicado su decisión— solo con las que lo han hecho público esa cifra revela la situación por la que atraviesan muchos negocios.

A finales de marzo la textil ourensana Adolfo Domínguez hacía pública su intención de desprenderse del 30% de su plantilla; es decir, unos 300 trabajadores. La dirección de la compañía consideró que ese es el único camino para volver a la rentabilidad, un escenario que no ha pisado en los últimos ejercicios.

El día 16 de abril se constituyó la mesa negociadora entre la compañía y los sindicatos. Fue una toma de contacto entre las partes, donde los responsables de la textil entregaron a los representantes de los trabajadores la documentación que justificaría el despido masivo. El día 26 tendrá lugar la primera reunión negociadora que se prevé larga, según adelantan fuentes de ambas partes.

El textil también tiene otros frentes abiertos, aunque no tan importantes como el caso de Adolfo Domínguez. La multinacional sueca H&M anunció el 7 de abril un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a un millar de trabajadores y una treintena de tiendas en todo el país. La marca de moda tiene una tienda importante en la calle del Paseo, en la que trabajan 18 personas. Según la información facilitada por el sindicato CIG, la dirección de la empresa habría comunicado su decisión de cerrar el punto de venta en la capital, aunque la negociación sigue abierta. Otras organizaciones sindicales, caso de CC.OO adelantan que no hay ninguna decisión tomada y que la negociación entre sindicatos y empresa arranca mañana día 23.

Otro gigante de la moda, Inditex, está moviendo sus piezas, sin que haya por el momento decisiones tomadas sobre su red comercial en la provincia. Sí es cierto que Massimo Dutti cerró su tienda en Ponte Vella Centro Comercial, pero no ha afectado al empleo. En la misma superficie, otra marca de la multinacional, Stradivarius amplía su superficie.

También las entidades financieras cuentan sus últimas decisiones por anuncios de recortes laborales y de servicios en la provincia. Las sucesivas fusiones y el proceso de digitalización, que empuja al cierre de oficinas sitúan a este sector como uno de los que más excedentes está generando.

Los anuncios confirmados en las últimas fechas dejan un reguero de cierres de oficinas y adelgazamiento de sus plantillas en la provincia. El Santander ha confirmado que echa el candado a nueve sucursales y ofrece la salida a 45 empleados, con los que la plantilla en la provincia será de 145 personas en vez de las 190 que tenía hasta hace unos meses. No es la única entidad que está en esa senda. La fusión de Caixabank y Bankia ocasiona el despido de 16 trabajadores en la provincia, a los que había que sumar una decena más del BBVA, que está metido en un proceso de reorganización de su red comercial y oficinas centrales.

AUTOMOCIÓN

Otro de los sectores amenazados es la automoción. Las auxiliares ourensanas, que elaboran piezas para varias marcas, va capeando la crisis de los microchips. La falta de este tipo de materiales ha obligado a paralizar la producción a varias plantas de producción, ocasionando un efecto arrastre en la inustria de piezas ourensanas. Varias fábricas han reducido su producción y mantienen sus plantillas con bolsas de horas.