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APUESTAS DEPORTIVAS
En los últimos años, debido a la inclusión del juego online y de elementos novedosos como las apuestas deportivas, el perfil del ludópata ha cambiado. Es hombre, cada vez es más joven y juega a través de Internet.
Así lo confirma Juan Lamas, responsable terapéutico de la Asociación Gallega de Juagadores de Azar Rehabilitados (Agaja): “Antes veíamos un perfil de entre 30 y 55 años vinculado con las tragaperras, ahora uno de 20 a 30 proveniente de las apuestas deportivas”. Adolfo Villar, responsable de Auria Adicciones, va incluso un paso más allá: “La edad del adicto empieza a los 16 años y juega online. Utiliza el carnet de familiares y amigos para hacerlo”, señala. Indica que las personas adictas en la red que llegan al centro de rehabilitación alcanzan el 50%, hecho que vincula con el aumento de la legislación en lo físico.
A pesar de ello, para Lamas la regulación es insuficiente: “Se queda corta tanto en lo preventivo como en lo asistencial, además, el control de acceso en las máquinas debe ser más objetivo, no depender de los trabajadores de los establecimientos”, explica.
Por su parte, Villar señala uno de los grandes peligros de la ludopatía: el daño al entorno del adicto: “Buscamos ayudar tanto a las familias como a las víctimas. Esta lacra es silenciosa, muy rápida y no causa sobredosis. En tres días puedes perder una herencia entera”, alerta.
La adicción al juego se encuadra dentro de las llamadas adicciones sin sustancia, es decir, las que no están vinculadas con elementos químicos. Roberto Estévez, psicólogo, alerta de su peligro: “Muchísimas veces pasan por debajo del radar, adicciones como al teléfono móvil, a las redes sociales o a las plataformas de streaming. Son todo lo mismo, se busca una continua segregación de dopamina en el cuerpo”. Sobre este tipo de problema, Lamas es tajante: “Son incluso peores que las que tienen sustancia porque no existe anestésico. Influyen más en el cerebro porque no hay dependencia física”.
Para Estévez, la ludopatía es un síntoma de algo mucho mayor: “Las personas se sienten solas y desencantadas”, reflexiona. Además, considera que el sistema empleado en las máquinas es muy perjudicial “Es un programa de refuerzo intermitente y variable, nunca sabes cuándo te va a tocar, y eso engancha”.
La Xunta de Galicia aprueba ayudas para el cofinanciamento de proyectos de prevención de conductas adictivas promovidos por entidades privadas sin ánimo de lucro. Su importe asciende a 2.1300.000 euros hasta 2028, lo que supone un aumento del 4,4% en su dotación respecto a la convocatoria anterior.
Estas subvenciones tienen una periodicidad de tres años. Según fuentes oficiales, esto permite “desenvolver intervencións sostidas no tempo, máis eficaces e promove unha maior estabilidade nos equipos humanos que as levan a cabo”.
Los proyectos que podrán beneficiarse de estas partidas permitirán potenciar factores de protección para los afectados y el descubrimiento de personas consumidoras de sustancias psicoactivas que viven al margen del sistema sanitario y de la protección social.
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