La ciudad del azar: una máquina de apuestas por cada 393 habitantes

En 2012, la Xunta de Galicia aprobó mediante un decreto las apuestas deportivas. La comunidad autónoma se convertía así en la séptima en permitirlas. Actualmente, ya existe regulación en todas ellas. Trece años después, en la ciudad de Ourense existen un total de 267 máquinas de apuestas deportivas. De estas, 198 se encuentran en locales de hostelería, 52 en salones de juego, 11 en tiendas de apuestas y seis en bingos.

Este dato implica que existe un dispositivo de este tipo cada 393 personas, un dato sensiblemente malo comparado con el total de la población gallega, que se sitúa en una máquina cada 750 personas. Unas cifras que invitan a la preocupación. A pesar de esto, se observa un descenso del 6% en el número de máquinas en la capital provincial desde el año 2020. Esta disminución no indica necesariamente una bajada del consumo de este tipo de juego, sino una más que posible migración al mundo online, muy establecido entre los jóvenes.

La oferta del juego en la ciudad se complementa con 469 máquinas de tipo B -las comúnmente llamadas “tragaperras”- un bingo, nueve salones de juego y una tienda de apuestas.

Según el informe ARDÁN, en la provincia de Ourense operan 24 empresas cuya actividad está relacionada con los juegos de azar. Su volumen de negocio superó los 31 millones de euros durante el ejercicio de 2023.

El sector de las apuestas deportivas es bastante joven, y para muchos todavía desconocido. El funcionamiento es simple. La apuesta mínima es muy baja y se pueden intentar predecir carreras de galgos, caballos y toda clase de competiciones de carácter deportivo. Lo más demandado es el fútbol, pero se puede apostar a disciplinas de índole diversa. En el caso de los lugares especializados en esta materia, es muy común que existan lugares donde se pueden seguir los eventos sobre los que se ha puesto dinero en juego. Si el resultado es favorable para el usuario, deberá presentar el resguardo de la apuesta en el establecimiento en un plazo de hasta tres meses.

Además, no solo se puede apostar a resultados, sino que es posible hacerlo a detalles tan minúsculos como si un jugador cometerá muchas faltas, si tirará a puerta o el número de saques de esquina durante un partido.

Aparte de los negocios físicos, se pueden encontrar numerosas casas de apuestas que solamente funcionan online. Han proliferado tanto que existen portales de comparadores de apuestas al igual que se pueden encontrar con los viajes o los hoteles. Una de las claves para el aumento de este negocio está en sus estrategias de marketing. Por ejemplo, es habitual que las diferentes empresas ofrezcan un bono a los nuevos usuarios para que apuesten de manera gratuita con el fin de fidelizarlos. También es muy común verlas vinculadas a equipos o figuras deportivas, aunque esta actividad está limitada desde 2020.

Prohibidas a menos de 300 metros de colegios

En 2023 se aprobó la Ley del Juego, que regula a nivel autonómico este negocio. Entre otros elementos, establece una distancia mínima de 300 metros entre nuevas casas de apuestas y colegios o centros de rehabilización, un máximo de dos máquinas de juego (de cualquiera de los tipos permitidos) en los locales de hostelería, la prohibición de instalar máquinas de apuestas en recintos deportivos o ferias, licencias con una duración máxima de 15 años y establece la obligatoriedad del control de acceso (que funciona en la práctica de una manera similar al de las máquinas de tabaco) para impedir el juego de menores y de personas autoexcluidas.

Además, el número de máquinas auxiliares de apuestas que se pueden instalar en los establecimientos de hostelería está limitado en 3600 para toda la comunidad autónoma, número que según fuentes oficiales, este número “no se va a aumentar en un futuro”. Actualmente, Galicia alberga un 77% de las máquinas permitidas según la legislación.