Los placeros reivindican instalaciones inclusivas para personas con movilidad reducida en la Plaza de Abastos

Los placeros de la Plaza de Abastos de Ourense han compartido en sus redes sociales un video en el que reivindican laurgencia de unas instalaciones adaptadas a las necesidades de todos, poniendo el foco en la importancia de la movilidad dentro del mercado. En su mensaje, insisten en que más allá de cualquier intento de ridiculizar la situación, lo fundamental es garantizar un espacio accesible y funcional para comerciantes y clientes.

Condiciones óptimas del traslado

El presidente de los placeros, Emilio González, en anteriores ocasiones ha destacado que su preocupación sigue siendo la reactivación del mercado y el traslado definitivo a sus instalaciones.

Sin embargo, recalca que este regreso debe hacerse en condiciones óptimas, asegurando que los problemas actuales, como el sistema de carga y descarga o el cableado eléctrico, sean resueltos.

Mejoras estructurales

Entre las peticiones que han trasladado figura la instalación de un montacargas y un ascensor que faciliten el acceso, una solicitud que quedó recogida en el convenio firmado entre la Xunta y el Concello el pasado noviembre. Este acuerdo establece que la administración autonómica se hará cargo de las mejoras estructurales necesarias para el funcionamiento del ascensor y la optimización del circuito de carga y descarga, con un plazo máximo de ejecución de 18 meses.

Además, el documento también contempla que, en caso de que el coste total de las obras supere los dos millones de euros, los placeros tendrían que asumir hasta un máximo de 100.000 euros en la financiación del proyecto.

Obras licitadas en 2019

El proceso de reforma de la Plaza de Abastos ha estado marcado por retrasos y dificultades. Desde que se licitaron las obras en 2019, la falta de avances y la gestión del actual gobierno municipal llevaron a la pérdida de una subvención estatal de 3,5 millones de euros, además de la obligación de devolver más de un millón al Estado.

Aunque las justificaciones del gobierno local apuntaron a la pandemia y la ocupación del mercado provisional como causas de los retrasos, lo cierto es que la falta de un plan funcional ha prolongado aún más la incertidumbre.