El precio de las habitaciones en alquiler en Ourense llega a los 300 euros

ENTRE 300 Y 400 EUROS

Con el gasto de hoy en día, hace 11 años un inquilino podía alquilar un piso completo, ya que el coste medio era de 344 euros

Varios carteles de “se alquila” en una ventana de una vivienda de la ciudad.
Varios carteles de “se alquila” en una ventana de una vivienda de la ciudad.

Como cada verano miles de estudiantes que llegan de fuera se preparan para empezar la universidad en Ourense o iniciar en ella un nuevo curso. Son alrededor de 3.000 alumnos, más de la mitad de los que están matriculados en el campus. Uno de los desafíos a los que se enfrentan es encontrar una vivienda en la que alojarse, algo que cada año es más complicado. El mercado de alquiler está en un momento alcista de precios en España y Ourense no es una excepción: no quedan muchos pisos en el circuito y los que hay cada vez son más caros.

Analizando la oferta de uno de los portales inmobiliarios más importantes, se puede observar cómo el coste más habitual de una habitación en alquiler en la ciudad se encuentra entre los 300 y 400 euros. Este precio que antes de la pandemia era más propio de ciudades como Madrid o Barcelona ya es habitual en Ourense. De hecho, echando la vista atrás, con el precio que cuesta ahora una habitación, hace 11 años un inquilino podía alquilar un piso completo, ya que el coste medio era de 344 euros.

En total, hay en el citado portal inmobiliario 134 habitaciones disponibles para alquilar en la ciudad y tan solo 10 cuestan 200 euros o menos al mes, un precio habitual hace tan solo unos años. La cifra aumenta hasta 74, la mitad del total, con un tope máximo de 300 euros, siendo el precio más común entre 300 y 400 euros.

A este mercado es al que se tienen que enfrentar los estudiantes rezagados, ya que la mayoría de ellos ya han gestionado el lugar donde van a vivir con anterioridad. En el caso de que opten por alquilar un piso, la situación tampoco es mucho más sencilla. No existen prácticamente viviendas que cuesten menos de 600 euros, siendo entre 600 y 700 euros el precio más habitual. Asimismo, el lugar en el que más pisos hay disponibles es en el centro de la ciudad, seguido de la zona de la universidad y A Ponte.

Residencia de estudiantes

Otra de las opciones con las que cuentan los alumnos son las residencias de estudiantes, donde el plazo para conseguir una habitación suele empezar a inicio de verano. En el caso de la residencia Florentino López Cuevillas, ubicada en la calle Arturo Pérez Serantes y a la que también pueden acceder personas trabajadoras, ofertaron 60 plazas y el plazo de solicitudes se inició el 23 de junio y finalizó el 23 julio. En total recibieron 142 peticiones -132 de estudiantes, 9 de estudiantes/colaboradores-becarios y 1 de personas trabajadoras-.

El precio de la estancia mensual de la residencia, en la que existen habitaciones dobles e individuales con baño compartido, es de 324 euros e incluye: alojamiento de lunes a domingo, servicio de comedor de lunes a viernes, servicio de limpieza de habitaciones, gimnasio, biblioteca, zona de juegos o servicio de lavandería.

Análisis de mercado

El experto en el sector inmobiliario Benito Iglesias apunta que existe una tendencia al alza a compartir piso, tanto por razones relacionadas con los propietarios como de los inquilinos. “A nivel de oferta existe una derivación del alquiler por habitaciones debido a la inseguridad jurídica”. En este sentido, estima un aumento de la demanda del alquiler en el próximo año y medio y un 12% de crecimiento de los pisos compartidos para este 2025.

“El propietario tiene un mayor control sobre la disponibilidad del inmueble, se reduce el riesgo de impago y también goza de más facilidades de sustitución, aunque también tiene perjuicios para el propietario, como que no cuenta con beneficios fiscales en la tributación de la renta”, señala Benito Iglesias.

Afirma además que, a nivel provincial, el 10% de las viviendas ofertadas superan los 1.000 euros y el 20% no están en estado óptimo o su mobiliario es deficiente. Este dato es el peor de todas las ciudades gallegas. “Jamás hubo menos oferta de alquiler y nunca se habían alcanzado estos precios”, explica.

“Particularmente la oferta de habitaciones ha subido porque debido al precio hay muchos perfiles que antes podían alquilar un piso entero que ahora no, como familias monoparentales o trabajadores en movilidad”, señala. Al respecto, indica que el perfil del propietario tiene más de 60 años, lo que hace que sea “un perfil miedoso”

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