Un problema que persiste: “Los cazamos muy por encima de nuestra capacidad”

El jabalí tiene en lobos y cazadores sus principales enemigos, pero ninguna de las dos parece estar ganándole la batalla. Sobre los primeros surge una duda en la que chocan animalistas y cazadores, y es si hay suficientes ejemplares o no. “El jabalí se ha quedado sin su depredador natural que es el lobo y eso lleva a que haya más ejemplares”, apunta Rosa Más, bióloga de la plataforma Defensa Animal. Esto algo sobre lo que disiente, Antonio Mota, secretario de Unitega, “el jabalí sigue teniendo la presión del lobo y es precisamente esta presión el que lo empuja hacia zonas urbanas. Además de que los lobos cada vez cazan menos jabalíes, prefieren enfrentarse a animales más pequeños y no a uno que le haga frente”.

En Galicia, la caza del jabalí sigue siendo la principal medida de control para su sobrepoblación. En la pasada temporada de caza, la Xunta de Galicia declaró la emergencia cinegética y dio vía libre para la batida del suído en la mayor parte del territorio gallego, algo que desde el sector de la caza creen que se mantendrá para esta temporada que comienza el 20 de octubre. “No tiene pinta de que se tome otro camino, volverá a haber barra libre para cazar jabalíes”, apunta Mota quien señala que está medida no es la solución al problema, “estamos cazando jabalíes al máximo de nuestras posibilidades, más no podemos hacer en este sentido. Da igual que cacemos 1.000 o 2.000 ejemplares, el problema va a seguir estando”. Se estima que en la última campaña se cazaron cerca de 20.000 ejemplares de jabalíes en toda Galicia.

Desde el sector animalista, apuntan a los cazadores como causantes de la huida de los jabalíes de los entornos rurales, “son animales que van en piaras cuya líder es una hembra que enseña a sus crías a cazar y asume la función reproductora del grupo. Los machos actúan en solitario y solo aparecen en épocas de celo. Esta hembra es el principal objetivo de los cazadores y si muere el grupo se dispersa y llega a los entornos urbanos”. Algo que los cazadores no niegan como teoría, pero afirman que no es “determinante”. Tanto cazadores como biólogos ven difícil solución para esta problemática, señalando que las últimas medidas llevadas a cabo en otras comunidades como la esterilización han fracasado para erradicar la situación.