La provincia de Ourense, cercada por los incendios del Gerês y A Cañiza

La provincia de Ourense se mantiene, de momento, al margen de grandes incendios, pero siguen ardiendo descontroladamente masas forestales de su entorno, que encapotaron ayer un día más los cielos de buena parte del territorio.

Por un lado, el parque de Peneda-Gêres en Portugal –parque natural compartido con el Xurés ourensano– seguía ayer calcinándose sin control, con más de 5.000 hectáreas ardidas en el municipio de Ponte da Barca –con origen en Lindoso– y ya traspasó la Serra Amarela hasta el municipio luso de Terras do Bouro, muy cerca de la otra frontera ourensana, la de Portela do Home, aunque la predicción de técnicos de la Xunta descartaba que pudiera adentrarse en territorio gallego.

Por otro lado, se inició un fuego a media tarde en la parroquia de Couto (A Cañiza), municipio pontevedrés limítrofe con Ourense, que a última hora también había calcinado más de 200 hectáreas y cubría de humo parte del noroeste de la provincia de Ourense.

En A Cañiza, la Xunta activaba por la noche la situación 2 por la cercanía a las casas. Se habían quemado ya más de 200 hectáreas. Al cierre de esta edición se había desalojado a los vecinos de Valeixe y la Xunta utilizó por primera vez el sistema ES-Alert para enviar un mensaje a los móviles de los vecinos de otros siete pueblos pidiéndoles que se confinasen en casa. Se habían desplegado también medios de la UME.

El fuego del Gerês preocupa tanto que el regidor de Ponte da Barca, Augusto Marinho, solicitaba al Gobierno portugués activar el Mecanismo Europeo de Protección Civil, ante la imposibilidad de afrontar el incendio solos, pese a que trabajaban en el punto 400 bomberos y 9 medios aéreos (tres de ellos de la Xunta).

El incendio comenzó el sábado y ha sido difícil de controlar debido a la insuficiencia de medios, lo que hizo brotar la frustración del alcalde. “Es imposible combatir este incendio con un solo medio aéreo. Estoy indignado”. El fuego arrasó ya más de 5.000 hectáreas tras cuatro jornadas consecutivas activo. Dejó galpones quemados, cientos de animales muertos y vecinos confinados, como en la aldea de Ermida, donde pasaron la noche en la iglesia. Y sobre todo, un paraje devorado.

“Es una puñalada en el corazón. Los impactos tendrán efectos a muy largo plazo”, lamentaba el vicepresidente de Ponte da Barca, José Alfredo.

El fuego de Carballeda de Avia, reactivado por la meteorología

El incendio forestal originado el martes en la parroquia de Carballeda (Carballeda de Avia) calcinó alrededor de 20 hectáreas. Incluso hubo preocupación por si las llamas llegaban a viviendas, aunque finalmente los servicios de emergencia controlaron la situación y ayer a última hora ese temor ya no estaba sobre la mesa.

El fuego, que se inició el martes, afectó a una zona de pinar, dejando mucha brasa en unas circunstancias de altas temperaturas y viento. De hecho, ayer se reactivó, aunque en la zona había efectivos pendientes para apagar cualquier foco que pudiese originarse. De la evolución de este fuego estuvo muy pendiente el alcalde de la localidad, Luis Milia, quien apunta que “está clarísimo que el incendio fue intencionado”.

Según estimación de Medio Rural, a última hora de la tarde de ayer, se habían movilizado 5 técnicos, 24 agentes, 36 brigadas, 19 motobombas, 3 palas, 1 tractor, 4 helicópteros y 8 aviones.

Dos focos en Toén

Los vecinos de Toén se vieron sorprendidos ayer por dos focos de incendios prácticamente de forma simultánea. El primero comenzó a prender alrededor de las 15:00 horas en Mugares, mientras el siguiente, que arrancó minutos después, tuvo lugar en Puga.

Según Medio Rural, al foco de Mugares, que afectó a 1,5 hectáreas, acudieron 4 agentes, 8 brigadistas, 5 motobombas, 2 técnicos, 6 helicópteros y 2 aviones. Al cierre de esta edición se encontraba estabilizado.

Misma situación estaba el foco de Puga, en el que 0,14 hectáreas fueron calcinadas. Hasta este punto acudieron 2 agentes, 1 brigada, 1 motobomba y 1 helicóptero.