UNO MENOS QUE EN 2022
Ourense se acerca a su récord de colisiones provocadas por animales
TELEFONÍA
Cuando la telefonía móvil comenzó a popularizarse, los usuarios pagaban por los minutos que duraba la llamada o por el número de mensajes de texto que enviaban. Era lo que se conocía como tarjetas prepago. La tan empleada frase “tengo que recargar saldo”. Desde 2005, momento en el que las líneas de contrato superaron por primera vez a las de prepago en nuestro país, estas han ido disminuyendo de manera progresiva hasta representar apenas un 7% del total. Entre los motivos, la popularización de los paquetes convergentes que ofrecen las compañías tiene gran parte de la culpa: los operadores incluyen en sus ofertas tarifas planas de llamadas, por lo que muchos clientes han dado de baja su línea en favor del contrato.
Aun así, sigue habiendo quien resiste. Usuarios que solo quieren pagar por los servicios que utilizan, padres que quieren evitar sorpresas con la factura de sus hijos o usuarios que solo necesitan el número de teléfono para recibir llamadas son los que mantienen activas estas tarjetas prepago. Existen múltiples razones por las que los usuarios eligen la opción de prepago, como tener un mayor control sobre su consumo móvil y menos compromiso con las empresas de telefonía.
El proceso de recarga es sencillo. En la actualidad lo llevan a cabo los establecimientos autorizados por las compañías, entre los que se encuentran estancos, gasolineras, supermercados y tiendas de telefonía móvil. A ellos suelen acudir sobre todo gente mayor, donde este sistema aún prevalece. “La mayor parte de la gente que utiliza este servicio son personas mayores que recargan poco dinero para mantener la línea y que los puedan llamar los hijos o familiares”, explica Ana María Méndez, trabajadora del estanco Zona 21. El método de recarga, según nos explican en el establecimiento, es bien sencillo. Basta con aportar el número de teléfono de una línea prepago activa, pagar el importe que se desea recargar, y al momento al cliente le llega un SMS a su móvil confirmando la operación. La cantidad puede ir desde los 5 euros como mínimo a los 150 y se puede cargar cualquier compañía nacional. “La media de dinero que se suele recargar son 15-20 euros. También hay quien viene y recarga el mínimo para que no caduque la línea a los cinco meses sin uso”, explican en la tabaquería. Donde, además, aportan el dato de clientes que han usado este servicio en los últimos días. “En la última semana, hemos realizado siete recargas de tarjetas prepago. Por ahí suele andar la media semanal”, afirma Ana María.
Otra opción para los que utilizan este servicio es la compra de tarjetas prepago por internet. Son muchas las operadoras que ofrecen esta opción en la web de la compañía. Los precios y el servicio que ofrecen son muy similares en todas las operadoras. Las tarifas son de 28 días, por lo que los usuarios tendrán alrededor de un mes para consumir la recarga. Desde 10 euros, el servicio que suelen ofrecer las compañías va desde las 25 hasta las 50 GB y entre los 200 y los 300 minutos de llamadas. Por 15 euros, la cuantía de gigas aumenta hasta las 100 y los minutos, hasta los 800. Por último, la tarifa más cara está fijada en 20 euros y ofrece 150 gigas y llamadas nacionales ilimitadas.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
UNO MENOS QUE EN 2022
Ourense se acerca a su récord de colisiones provocadas por animales
CULTURA EN EL RURAL
La Red Provincial de Auditorios de Ourense alcanza los 7.500 espectadores
VACUNACIÓN MASIVA
Nueva convocatoria contra la gripe para mayores de 60 años
Lo último
PROPUESTAS INTERNACIONALES
Allariz selecciona los mejores jardines para su edición más libre
SEGUNDA FEDERACIÓN
La UD Ourense quiere acabar el año con victoria
La Región
Tiranías