El retraso en el tiempo veraniego hace mella en el comercio de Ourense
ROPA DE VERANO
Los comerciantes ourensanos reconocen que está siendo “una campaña estival extraña”, aunque no quieren darlo todo por perdido
La ausencia de altas temperaturas, con motivo de un verano anómalo hasta la fecha, repercute en un descenso en las compras de productos de temporada a pesar de las rebajas estivales.Las tiendas especializadas en ceremonias, fundamentalmente bodas, bautizos y comuniones, perciben que los clientes asisten con ropa de entretiempo, lo que reduce las ventas estos días.Los comerciantes esperan que la actual tendencia a la baja en ventas cambie con el aumento de las temperaturas. Todavía es pronto para realizar una valoración sobre la campaña veraniega.
La época estival se está resistiendo a traer consigo las altas temperaturas. Tanto es así que un mes después de la llegada del verano, los días en los que los mercurios han marcado temperaturas propias de esta estación del año pueden contarse con los dedos de una mano. En este sentido, hay sectores que se están viendo afectados por la situación, uno de ellos es el del comercio.
Según el calendario, ahora mismo debería ser tiempo de vestidos, bermudas, sandalias y ropa de baño, sin embargo, la meteorología dice lo contrario. Así, el cambio de armario no llega a cuajar y el consumidor se resiste por el momento a renovar sus prendas, pese a que muchos negocios se encuentran en plena campaña de rebajas estivales.
“É un pouco cedo para facer valoracións, pero a campaña deste ano está sendo un pouco estraña”, reconoce Luis Rivera, presidente del Centro Comercial Aberto Ourense Centro. “O tempo non acompaña moito ás ventas”, justifica Rivera, con quien coincide Beatriz Gómez, presidenta de la Federación de Comercio de Ourense. “A falta de sol fai que a xente se resista a comparar roupa para esta época do ano”.
Las previsiones para este año no eran ambiciosas, simplemente se buscaban emular los resultados del 2023. “O ano pasado houbo un gasto por familia superior aos 300 euros, esperabamos poder repetilo”, señala Rivera. Con todo, como Gómez apunta “son previsións complicadas de facer, porque hai moitos factores que inflúen”, uno de ellos la meteorología.
“Las tiendas especializadas en ceremonias están notando especialmente como se resisten las ventas”, indican desde la Federación de Comercio. Esto tiene dos lecturas. El tiempo puede estar afectando a que los invitados a este tipo de eventos opten por indumentarias de otras estaciones del año que ahora mismo no están en temporada o bien, la tendencia de los consumidores ha cambiado y son muchos los que prefieren repetir vestimenta, ahorrándose el dinero para otro tipo de gastos.
Pese a todo, los comerciantes no quieren perder la esperanza y creen que las ventas aún pueden remontar. “Realmente a tempada de verán en Galicia é do 15 de xullo ao 15 de agosto”, apunta el presidente del centro comercial. “Nesta franxa é realmente cando saberemos os resultados”, insiste. Para fortuna de los comerciantes, las rebajas no tienen un periodo fijo establecido, por lo que eso les permite alargarlo hasta que consideren oportuno. “Cada un vai facer o que considere oportuno para o seu negocio”, reconoce Gómez, aunque no considera que eso sea una solución válida y sólida. “Os comerciantes queren sacar as temporadas nas datas que corresponden”, resalta.
El comercio local es un sector sensible que ya de por sí se ve mermado por las grandes cadenas. Es por ello que temen que la reducción de ventas que les está provocando el retraso del verano pueda afectarles enormemente en sus resultados anuales. Si bien es cierto que ayudas como el bono comercio, propuesto por la Xunta, han mejorado sus ventas en momentos puntuales, no le ven demasiado futuro. “Non se pode estimular que a xente só compre porque lle regales cartos, a idea é que a xente compre porque ten necesidade e capacidade de comprar”, apunta Rivera.
Las familias cambian sus presupuestos, priorizan otros gastos antes que la ropa
Mientras los comerciantes esperan la llegada del verano para comprobar si la situación aún está a tiempo de mejorar, ellos mismos identifican otros problemas a los que deben enfrentarse más allá de la meteorología. “A xente consume máis noutro tipo de negocios”, apunta Luis Rivera, presidente del Centro Comercial Aberto Ourense Centro, refiriéndose a la tendencia, cada vez mayor, de pagar por experiencias.
Los presupuestos de las familias han cambiado en los últimos años y cada vez son más los que deciden gastar su dinero en ocio, especialmente durante una época estival que invita a irse de vacaciones o disfrutar de una jornada diferente. “Os gustos da xente son moi cambiantes”, reconoce Rivera, que asegura que la situación no es la que esperaban. “Non están as cousas como pretendiamos”, señala.
En 2023, los hogares gallegos dedicaron el 4,5% de sus recursos económicos a vestido y calzado. Una década antes, la ratio era del 5,7% y en 2006, antes de la crisis financiera, se rebasaba el 6%. En este sentido, el gasto medio por persona en ropa y calzado el año pasado en Galicia fue de 617,5 euros, lo que supone un 11,5% más que en 2022, sin embargo, está lejos de los casi 830 euros que se desembolsaban en 2007.
“Tamén vai ser un hándicap a volta en setembro, porque a xente terase que recuperar dos gastos do verán”, señala Rivera, que teme que la crisis de ventas que están sufriendo puede llegar a prolongarse más allá de la época estival.
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