Rodrigo Cortés, Calpurnia de Honra en el OUFF 2024: “Trato de recordar que esto iba de fascinarse, de meterse en la mente de otro”

ENTREVISTA

El director Rodrigo Cortés repasa su trayectoria, que le ha llevado a hacerse con la Calpurnia de Honra en el Ourense Film Festival

Publicado: 05 oct 2024 - 05:10 Actualizado: 05 oct 2024 - 07:23

Rodrigo Cortés antes de la gala de clausura. (Foto: Sandra Iglesias)
Rodrigo Cortés antes de la gala de clausura. (Foto: Sandra Iglesias)

Rodrigo Cortés nació en Pazos Hermos allá por el 73. El director apunta que la vinculación con esta tierra es de todo “menos accidental”. Su madre era de aquella aldea, pero se encontraba residiendo en Madrid. Ella quería que su hijo fuese gallego, por lo que el primer llanto de Cortés se produjo en esta provincia. Medio siglo ha pasado de aquello, y aquel niño que veraneaba a pocos kilómetros de Ribadavia ha ido forjando una carrera consolidada en el cine y la literatura. Cortés ha dirigido películas en las que han participado actores de la talla de Ryan Reynolds, Uma Thruman o Robert de Niro, entre otros. Una destacada carrera profesional de presencia nacional e internacional. A finales de este mes estrenará Escape, producida por Martin Scorsese y en cuyo elenco aparecen rostros tan conocidos como Mario Casas o Anna del Castillo. Toda una trayectoria que sigue acumulando nuevos proyectos y que el Ourense Film Festival ha decidido distinguir galardonándolo con el Calpurnia de Honra de esta 29ª edición.

¿Qué significa recibir este reconocimiento en este momento?

Son noticias que recibes entre la alegría y el pasmo, porque cuando te dan un premio a tu trayectoria, te da la impresión de que te están recomendando que pares. Y no, no es mi intención. Espero que todo el mundo entienda que se ha premiado la primera mitad de mi trayectoria. Lo vivo con agradecimiento, especialmente, además, por ser dónde es.

¿Cómo ha evolucionado su perspectiva del cine a lo largo de los años?

Procuro mantenerme muy leal al niño de nueve años que fui, para evitar convertirme en un cínico. Me recuerdo mucho a mí mismo encerrado en una sala, a oscuras, con otras tantas decenas de personas, reaccionando en sincronía a una electricidad común. Cuando tienes nueve años, tú no vas al cine a ponerle pegas a ninguna película. Trato de no convertirme en un descreído, ni en un listillo, y recordar que esto iba de fascinarse, de meterse en la mente de otro y dejarse llevar a otro planeta durante dos horas.

En el trascurso de su trayectoria se ha embarcado en proyectos muy diversos desde Burried a El amor en su lugar, ¿cuál es la actitud para desenvolverse en diferentes estilos cinematográficos?

Trato de estar ligeramente incómodo. Trato de elegir cosas que no haya hecho antes y que me obliguen a mover nuevos músculos. Procuro no acomodarme y dar volantazos, a veces incluso contraintuitivos. En definitiva, trato de darme toda la libertad del mundo para explorar, según qué caminos, por inciertos que puedan parecer. Me siento, en general, mejor si no estoy del todo seguro de que vaya a salir con vida del asunto.

No solo ha hecho cine, sino que también ha publicado obras como Los años extraordinarios, ¿qué papel juega la literatura en su carrera?

Soy antes escritor que cineasta, entre otras razones, porque uno tiene acceso a una libreta mucho antes que a una cámara, por razones naturales. Y aunque la tentación sería decirte que soy 50% escritor, 50% cineasta, casi me atrevo a decir que soy 100% escritor y 100% cineasta, porque todo surge del mismo cerebro. Eso sí, son dos lenguajes que no confundo. Pero obviamente no tengo un interruptor que haga que se apague la mitad del cerebro y se encienda la otra. Todo el rato soy yo y todo surge del mismo sitio.

Actualmente se encuentra inmerso en una fase de promoción por la película Escape, producida por Martin Scorsese… ¿cómo se siente al presentar este nuevo trabajo?

Cuando presentas un nuevo trabajo tiene una parte muy estimulante. Uno agradece el tener atención porque siempre es síntoma de cosas buenas que no se deben dar por hechas. Y, a la vez, uno a veces querría solo hacer y pasar a la siguiente cosa, sin tener que pasar por la trituradora de carne, que es, inevitablemente, la presentación de un trabajo en que nunca se sabe qué va a suceder. Todo es incertidumbre y la posibilidad de que el niño pueda salir luminoso o apaleado. Pero forma parte de la dialéctica de las cosas desde el principio de los tiempos. En cuanto a aquello en lo que estoy, siempre trato de hablar solo de los proyectos cuando dejan de serlo, cuando se convierten en objetos existentes sobre los que merezca la pena pedir a alguien que pierda su tiempo.

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