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Rubén Reinaldo, en Ourense: “Adoro la libertad creativa que ofrece el jazz y su fusión con estilos modernos”

ENTREVISTA

Rubén Reinaldo es un guitarrista gallego que protagonizó el jueves una excelente actuación en el Café Latino.

Publicado: 03 ago 2024 - 09:30 Actualizado: 03 ago 2024 - 10:54

Reinaldo en el Café Latino. (Foto: Martiño Pinal)
Reinaldo en el Café Latino. (Foto: Martiño Pinal)

¿Cómo comenzó a tocar la guitarra?

Comencé a tocar la guitarra porque me atrajo su capacidad de expresión, mi tío tocaba la guitarra. Él murió cuando yo estaba entrando en la adolescencia y a partir de ahí empecé a tomármela muy en serio y a plantearme los estudios superiores de música.

¿Cómo definiría su estilo?

Definir mi estilo es complejo para mí, podríamos decir que sencillamente trato de no imitar a nadie, ser versátil y seguir mi propio camino, aunque las referencias a los músicos que admiro siempre están. Adoro la libertad del jazz en la improvisación, y las fusiones con otros estilos modernos.

¿Cuál cree que ha sido el momento más significativo de su carrera?

Cuando el crítico estadounidense W. Royal Stokes del Washington Post comentó únicamente mi álbum Acuarel entre más de 400 de los mejores discos de jazz del año, este fue un gran trabajo dúo con Kely García. La reseña de este experto de talla mundial me emocionó profundamente.

¿Cómo es el público ourensano?

El concierto en Ourense me motivó muchísimo. Interpretar en un escenario como el del Café Latino es tocar donde lo han hecho muchos de los mejores músicos de jazz de todos los tiempos. El público de Ourense es muy cariñoso y me siento como en casa.

¿Tiene alguna anécdota de sus giras?

Hace muchos años iba a tocar con unos compañeros a un concierto por la provincia de León si mal no recuerdo. Íbamos en furgoneta, tras una parada, una de las puertas laterales traseras se abrió muy violentamente, saliéndose de su sitio y cayendo al suelo. Nos quedamos blancos porque era ya muy tarde. Hicimos algo que no se debe hacer nunca. Circulamos sujetando la puerta manualmente desde dentro hasta llegar al lugar del concierto. Fue una gran odisea y una gilipollez, pero increíblemente todo salió bien.

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