El rural impulsa la autonomía energética para fijar población

Cada vez son más los concellos que se suman al uso de las energías renovables. Carballiño, O Barco, Castrelo do Val, Carballeda de Avia o Cualedro son algunos de los municipios que ya apuestan por la creación de comunidades energéticas. Ahora, el Concello de Verín quiere ir más allá y ser “un exemplo revolucionario de sostibilidade”. Así lo explica Gerardo Seoane, alcalde de Verín, quien proyecta instalar placas solares en todos los núcleos rurales del término municipal.

El gobierno verinense prepara un ambicioso proyecto en el que solicita la colaboración de las administraciones públicas -así se lo mostró a la Xunta de Galicia en una reunión comarcal- para poder acceder a la captación de fondos europeos. El objetivo es constituir comunidades energéticas -amparadas en la legislación actual- para todos los núcleos de población de Verín, arrancando en la aldea de Queirugás, para la que ya está redactado el proyecto y en la que se procederá a adquirir terrenos para instalar las placas solares.

“Precisamos a axuda das administracións para este proxecto e contribuir así ao desenvolvemento real da comarca, con medidas palpables e atractivas para atraer a xente ao noso territorio”, apunta Seoane, quien contabiliza “1.500 horas de insolación, o que nos permitiría acadar a suficiencia enerxética en moitos dos nosos territorios, nun momento en que a crise climática está agobiando a todas as economías e nos nosos núcleos rurais estes proxectos poderían ser punteiros”.

Luz gratis

“É unha verdadeira e efectiva política de fixación de poboación no rural: vivir nunha aldea coa electricidade practicamente gratis”, asegura el regidor verinés, quien entiende que, debido a la situación de los vecinos de la villa del Támega, la autonomía energética puede ser muy rentable desde el punto de vista social y atractivo para Verín.

Tras un análisis de todos los núcleos del término municipal, desde el Concello estiman que con 100 kilovatios/hora, para lo que se requiere una superficie de 400 o 500 metros cuadrados y una inversión entre 60 y 70 mil euros, “nunha aldea de 30 ou 40 veciños, o coeficiente de simultaneidade podería ser suficiente para abastecer ao 100% da poboación practicamente, tanto iluminación pública como o que eles gastan”, remarca Seoane Fidalgo.

Y es que está comprobado que el ahorro en la factura de la luz -a pesar de la subida- es real. Ejemplo de ello es la apuesta de O Barco de Valdeorras por el ahorro energético. Lleva años apostando por la renovación del alumbrado público. Su última inversión se desarrolló en la piscina climatizada, donde se instalaron 72 paneles solares para apoyar el calentamiento del agua del vaso, un proyecto cuya ejecución costó 85.000 euros a las arcas municipales, pero supuso “un aforro importante”. Así lo asegura Aurentino Alonso, teniente alcalde, quien explicó que esta medida reduce el consumo de pellets o electricidad.

También Castrelo do Val (Monterrei) concluyó recientemente la instalación solar fotovoltaica en el centro multiusos municipal, con el fin también de ahorrar en la factura de la luz. En este caso se han destinado 50.390 euros -40.132 euros corresponden a la parte subvencionada por el Idae- y también se encuadra en la apuesta decidida del Concello por “la transición hacia una economía baja en carbono y que la energía sirva para el autoconsumo de la casa consistorial y del alumbrado público”, apuntan desde el ente municipal.

Comunidades energéticas

Siguiendo la estela de los municipios que apuestan por el ahorro energético, en Lucenza (Cualedro) están valorando la solicitud de una comunidad energética. Así lo explicaron en la asamblea general de la Asociación de Vecinos de Lucenza el pasado domingo y, aunque no hay nada en firme, parece interesar, por lo que están trabajando en el proyecto.

Más allá del rural, el Concello de O Carballiño también estudia la posibilidad de establecer una comunidad energética en el polígono industrial. La idea es aprovechar la capacidad de generación eléctrica, las mejoras de eficiencia energética, con potencial para el desarrollo de la gestión de la demanda en un futuro, pudiendo beneficiarse las empresas con este tipo de inversión. Paralelamente, esta comunidad supondrá para la zona industrial un beneficio en términos ambientales y sociales. Ante sus ventajas, el Concello informará a la directiva de los empresarios del polígono, cuyo objetivo es el beneficio colectivo.

Muimenta, primera aldea modelo autosuficiente

Una de las mayores novedades en el campo del ahorro energético surge en Muimenta (Carballeda de Avia), que será la primera aldea modelo enfocada a la autosuficiencia energética. El proyecto, que ya está en marcha, forma parte de uno global de transformación de esta localidad, que busca el ahorro energético. Tanto es así que la aldea modelo producirá un 60% de la energía que necesita con paneles fotovoltaicos, mientras que el resto se completará con biomasa.

Para ello, el Concello firmó un convenio con la Diputación de Ourense para la instalación de los paneles solares y Luis Milia, alcalde de Carballeda, confirmaba que una empresa ya está interesada en crear una central de biomasa en la aldea modelo, logrando así convertir al núcleo de Muimenta en el primero en autoabastecerse de energía de toda Galicia, algo que favorecería la fijación de población y evitar la despoblación en el rural.