Sale de prisión con medidas cautelares el investigado por el fuego que afectó Oímbra

La jueza de la plaza número 1 del Tribunal de Instancia de Verín, María Iglesias Bueno, decretó la libertad con medidas cautelares para el detenido el pasado mes por el incendio que se originó en Oímbra el 12 de agosto, según las fuentes consultadas por La Región. La magistrada toma esta decisión solo 23 días después de enviarlo a prisión en un auto en el que, entre otras cuestiones, apreciaba riesgo de fuga “debido a la gravedad de los hechos” y las penas que podrían conllevar.

Sin embargo, tres semanas después, según las mismas fuentes, tras la petición de la nueva fiscal que se encarga del caso, la cual no aprecia riesgo de fuga, la jueza decretó la puesta en libertad con comparecencias quincenales del acusado, el cual había ingresado en la prisión de Pereiro de Aguiar.

Se le investiga por causar con una conducta imprudente el incendio de Oímbra, el cual acabó afectando 23.763 hectáreas. Se originó el 12 de agosto estando toda la provincia en situación 2 de emergencia y con dicho concello en riesgo extremo de incendio.

Ese día, agentes de la Guardia Civil se personaron en A Granxa alertados por un fuego y los vecinos les indicaron que pudo originarse por un tractor que estaba haciendo tareas de desbroce. Los guardias civiles observaron un segundo foco y al trasladarse hasta el lugar vieron el tractor que les habían indicado, cuyo conductor era el ahora investigado. Además, criminalística ve daños en las aspas de la desbrozadora originados por golpes contra las piedras.

Versión del investigado

En su declaración en sede policial, el investigado aseguró que era inocente. “Creo que no provoqué ninguno de los dos incendios”, aseguró. Además, indicó que se hubiese dado cuenta si los hubiese originado él porque el tractor va a unos 7 kilómetros por hora e iba mirando hacia donde desbrozaba. “Si se produce el choque de las cuchillas con las piedras lo habría escuchado”, añadió.

Al pasar a disposición judicial ante la jueza, explicó que trabajaba para una empresa, pero que recibía órdenes directamente del Seaga y del Concello de Oímbra. Respecto al día de los hechos, contó que tomó café con un empleado del ente local, el cual le dijo qué zonas tenía que desbrozar para el Concello al terminar el trabajo para el Seaga.

Por su parte, el Concello, consultado el día de la declaración del acusado, aseguró que no mandó realizar esos desbroces y Medio Rural explicó que, a través de la Dirección Xeral de Defensa do Monte, comunicó al Seaga el 29 de julio la orden de paralizar los trabajos de desbroce y que el Seaga la trasladó a las empresas subcontratadas para realizar este tipo de tareas.