Una sangría incesante: cada año se cierran 120 negocios en Ourense

El comercio local de Ourense lleva años inmerso en una crisis que parece interminable. La falta de relevo generacional, la implacable competencia que suponen las grandes superficies, el auge de las ventas online y el aumento de los costes han hecho del pequeño comerciante ourensano una especie en serio peligro de extinción. Basta con acercarse a los datos para constatar la imparable sangría que sufre el sector, solo en la última década la provincia ha perdido 1.273 negocios de pequeño comercio. Esto supone que cada año bajan la persiana una media de 120 negocios, la mitad de ellos en la capital.

Estos datos que recoge el Directorio de Empresas y Unidades Locales del Instituto Galego de Estadística señalan que apenas quedan en el territorio ourensano 3.638 comercios de proximidad. A pesar de que las ventas se han recuperado tras la pandemia, la inflación y al aumento de la competitividad por el desembarco de las grandes compañías han obligado a los pequeños comerciantes tener que dedicar más dinero para cubrir los gastos básicos con la consecuente reducción de los márgenes de beneficio, haciendo insostenible en muchos casos el poder permanecer abiertos.

Como consecuencia directa de esta situación también se han disparado el número de parados en el sector al no poder hacer frente los pequeños comerciantes al aumento de los costes, pasando de 300 en 2019 a los 1.700 al cierre del año 2024 según recoge la última encuesta de Población Activa (EPA). Fruto de esta coyuntura, la ciudad se ha convertido en la urbe gallega con la tasa de paro más elevada con un 11,8%.

Un futuro incierto

Uno de los principales problemas del sector es la ausencia de relevo generacional. La tradición se ha perdido y los negocios ya no pasan de padres a hijos como antaño. La tendencia ha cambiado y los jóvenes optan cada vez más por buscar la estabilidad laboral y económica que ofrecen a día de hoy los empleos públicos.

El perfil del pequeño comerciante ourensano es el de un particular con 48 años de edad, una media de dos empleados y una cartera que suele rondar los 200 clientes fijos. Además, según un estudio del Colegio de Economistas se espera que los próximos 5 echen el cierre por jubilación cerca del 20% de los negocios ourensanos.

La ciudad es la urbe gallega con más locales vacíos en el mercado de alquiler

El mínimo histórico de comercios de proximidad abiertos se deja notar en el mercado inmobiliario. Según los datos de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Ourense cerró el 2024 como la ciudad gallega con más locales en alquiler con un total de 1.600. Muy por encima de los datos de Vigo (1.200), A Coruña (845), Santiago de Compostela (490), Lugo (318), Ferrol (310) y Pontevedra (280), lo que da muestra de que la actividad comercial languidece en las calles de la ciudad.

Si nos trasladamos al ámbito provincial, Ourense es la segunda de Galicia con más locales vacíos que se encuentran dentro del circuito de comercialización con un total de 2.650. Por detrás a de A Coruña con 2.900 locales vacíos, y por delante de Pontevedra y Lugo, con 2.450 y 600 locales sin ocupar, respectivamente.

El informe de la patronal inmobiliaria también recoge los precios que rigen actualmente el mercado. En Ourense el alquiler de un local comercial ronda los 6,50 euros el metro cuadrado.