Primarias en el PSOE de Ourense | Villarino lidera las apuestas

Con la integración convertida en una quimera, el PSOE ourensano afronta el domingo sus primarias. Las sensaciones de la militancia hablan del actual líder como favorito, pero Alfredo García apura la campaña para intentar que salte la sorpresa.

Publicado: 21 ene 2022 - 02:00 Actualizado: 21 ene 2022 - 07:23

Rafael Villarino, durante un acto con militantes en Barbadás; Alfredo García, ayer en un acto sobre memoria histórica.
Rafael Villarino, durante un acto con militantes en Barbadás; Alfredo García, ayer en un acto sobre memoria histórica.

El PSOE de Ourense se prepara para vivir este domingo una nueva cita con las urnas para definir, en este caso, quién dirigirá el partido durante los próximos años. A diferencia de Lugo y Pontevedra, donde las candidaturas han acordado la integración, algo que resuena también con fuerza en el caso de A Coruña (el margen de negociación es amplio al ser las primarias el domingo 30), esa opción no parece nunca una posibilidad en la provincia ourensana, acostumbrada a marcar un ritmo propio en temas orgánicos. Ya sucedió, por ejemplo, en la elección de delegados al Congreso Federal que encumbró una vez más a Pedro Sánchez, siendo la única de Galicia y una de las pocas de España en presentar listas distintas.

Ahora, el actual líder del PSOE ourensano, Rafael Rodríguez Villarino, y el alcalde de O Barco, Alfredo García, apuran al máximo la campaña interna, marcada por un tono bajo y sin fuertes enfrentamientos, para tratar de convencer a la mayoría de los 1.570 militantes que constan en el censo.

Las quinielas y las sensaciones en las filas socialistas apuntan a un claro favoritismo de Villarino, que con una base de apoyos consolidada estaría en disposición de amarrar incluso votos de afiliados que parecían hace semanas dispuestos a apoyar un cambio de rumbo en el partido. El entorno del actual líder asume que parte con ventaja, pero con la prudencia necesaria y cierto temor a cuál puede ser el grado de movilización, por si una alta abstención puede incrementar las opciones de su rival, que tratará de apoyarse en la fuerza que le pueda dar especialmente la comarca de Valdeorras y ciertas zonas del oriente ourensano o del Ribeiro.

Con la incógnita de lo que sucederá en la ciudad, cuyo resultado será también una de las claves a tener en cuenta más allá del resultado global, Villarino parece tener “conquistadas” las comarcas de Verín, Carballiño o A Baixa Limia y parte como favorito en la comarca de Ourense o en la villa de Ribadavia. A Limia y Celanova parecen también territorios propicios para él. Además, otro de los motivos que pueden decantar la balanza es el descontento que dejan entrever algunas de las que eran voces críticas con Villarino, que tras intentar encontrar un candidato alternativo que suscitara un mayor consenso -algo que se intentó con alcaldes de peso como el de Carballiño, Francisco Fumega- parecen estar disgustadas con que finalmente haya sido el barquense Alfredo García el que haya dado un paso al frente.

Tampoco en Santiago, con Valentín González Formoso al timón del PSdeG tras derrotar a Gonzalo Caballero -al que apoyó Villarino pero siempre manteniendo un tono cordial con el actual líder autonómico, con el que no existe una mala relación-, parecen estar en disposición de querer implicarse en el proceso ourensano y movilizar a las bases en favor de Alfredo García, sino que prima la estrategia de mantenerse al margen para tratar de garantizar una convivencia pacífica para el futuro. Con todo, serán las urnas las que, el domingo, dictarán sentencia.

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