INCENDIO

El fuego causa graves daños en el Pazo de Reda, del siglo XVI

Incendio en el pazo
photo_camera Incendio en el pazo de Piñor, en el lugar de Reda (JOSÉ PAZ).

La perra Laska avisó a los dueños, que descubrieron las llamas en la bodega del piso inferior

Los inquilinos del Pazo de Reda, en el municipio de Piñor de Cea, todavía están asustados después del incendio que se originó en la madrugada de ayer en la bodega del piso inferior de la vivienda. Las llamas provocaron numerosos daños en la planta baja, así como en parte del primer piso de la construcción, que data del siglo XVI. Muebles, alfombras, esculturas, cuadros, techos, puertas y paredes se vieron afectados, así como suelos y numerosos objetos de valor. Las causas del incendio todavía se desconocen.Laska guió a uno de los inquilinos hasta la bodega.

"El fuego empezó sobre las doce de la noche del sábado. Mi madre estaba durmiendo en la planta de arriba, mi hijo viendo la televisión y yo, trabajando en Ourense", explica la dueña. Su hijo se disponía a irse a la cama cuando Laska, uno de los seis perros que viven en la casa, comenzó a dar vueltas alrededor de él para llamar su atención. "Mi hijo la siguió y lo llevó hasta la bodega, donde al abrir la puerta ya vio llamas ascendiendo por las vigas", añade. El menor despertó a su abuela, quien utilizó una manguera para refrescar las partes colindantes a la bodega -una cocina y dos  salones-. Varios vecinos de la aldea también se acercaron al escuchar ruidos, y ayudaron a que el fuego no se propagase hacia fuera. Los bomberos llegaron con rapidez, según los inquilinos, pero la operación de extinción no fue sencilla. El suelo de madera colapsó en varias zonas del piso superior, lo que complicó la situación, así como la alta temperatura del interior del pazo. La dotación del Parque de Bomberos de O Carballiño empleó una bomba urbana ligera y una bomba nodriza pesada en la intervención, en la que se utilizaron alrededor de 8.000 litros de agua. Las llamas quedaron extinguidas alrededor de las tres de la mañana, pero los agentes se quedaron hasta las cinco para refrigerar las habitaciones, ventilar los espacios, evaluar daños y ayudar a los inquilinos a encontrar objetos de valor. 

Parte de la estancia inmediatamente superior a la bodega quedó afectada, aunque las llamas no se extendieron más. "Creemos que fue por el suelo de baldosas de un par de habitaciones, que retuvieron el fuego, porque entonces sí que hubiese calcinado más habitaciones", explica la dueña mientras señala los armarios de madera de la primera planta. 


“Pudo ser mucho peor"


Pese a los graves daños materiales de la estructura del pazo, inquilinos y vecinos coinciden en que podría haber sido mucho peor. "Menos mal que viron o lume moi  rápido e actuaron os bombeiros, porque se chegan estar durmindo a cousa tería sido unha catástrofe", señala una mujer que vive en la zona. "Laska fue nuestra salvadora, una perrita que rescató un compañero de un contenedor al que la habían tirado", dice la dueña.

Ayer por la mañana, las ventanas del pazo continuaban abiertas para refrigerar el interior, así como para ventilar poco a poco el olor a calcinado. Numerosos vecinos se acercaron hasta la finca para ayudar a mover muebles, así como para apoyar a la familia, que se recupera del mal trago  

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