La Biblioteca Nacional revisará 700.000 ejemplares en el marco del recuento anual de sus colecciones

El robo de varios incunables en 2007, descubierto meses después del suceso por la ex directora de la BN, Rosa Regs y su equipo, fue el 'pistoletazo' necesario para instituir este recuento de colecciones en la Biblioteca Nacional, que alberga ya 26 millones de ejemplares.

Este año apenas se prevén incidencias, según precisó la directora técnica de la Biblioteca Nacional, Belén Llera. No obstante, se ha incrementado las medidas de seguridad en la institución y en la Sala Cervantes, a la que sólo pueden acceder los investigadores, se ha aumentado el número de cámaras, que vigilan cada uno de los momientos de los lectores.

Llera explicó que este año no se realizará un recuento 'exhaustivo' y especial en la Sala Cervantes en donde se conservan manuscritos, incunables y raros, y en donde el ladrón confeso César Gómez Ribero sustrajo 16 láminas antiguas, de las cuales once fueron recuperadas por la Guardia Civil en colaboración con la Interpol, el FBI y las policías de varios países.

En el recuento de este año, una práctica que se dejó de hacer, 'por falta de previsión' y que se recuperó tras el robo, según reconocen las responsables de la Biblioteca Nacional, participan 200 personas repartidas en once equipos.

CUATRO DEPOSITOS

La Biblioteca Nacional, en su sede de la calle Recoletos, dispone de una Hemeroteca y cuatro grandes depósitos: Bellas Artes y Cartografía; Música; el de la Sala Cervantes, y el Deposito general, formado por cinco plantas de revistas y siete plantas de monografías y libros, según explicó hoy Yolanda Ruiz, responsable del Departamento de Adquisiciones. Cada planta alberga una media de 200.000 ejemplares.

La colección de la Biblioteca se compone de más de 30.000 manuscritos, cerca de 3.000 incunables, unos 500.000 impresos anteriores a 1831, más de seis millones de monografías modernas, cerca de 110.000 títulos de revistas y una colección de prensa estimada en casi 20.000 periódicos. El número aproximado de visitantes al año es de 100.000 lectores, según indicó Belén Llera, aunque las cifras oficiales se facilitarán en las próximas semanas.

El proceso de recuento, que se ha iniciado hoy, comienza repartiendo entre los equipos, formados por dos personas, unas plantillas con las signaturas para registrar las incidencias. A continuación, se procede a sacar las baldas con los volúmenes para revisar y se disponen en un carrito, en donde los profesionales de la Biblioteca Nacional proceden a su revisión.

ARREGLAR TAPAS O TEJUELSO DESPAGADOS

En este momento es cuando comprueban si es necesario arreglar las tapas; ver si se ha despegado el tejuelo (etiqueta donde se pone la signatura), o incluso apuntar si es necesario una forma especial de conservación como las Cajas 'Antiácidos de preservación' para los ejemplares más antiguos.

A continuación, un equipo de cinco personas reciben los listados con el parte de incidencias y trasladan los datos a una hojas Excel y empiezan a hacer las correcciones adecuadas. Además, dos personas especializadas revisan las incidencias durante el resto del año y se ocupan de que los problemas vayan siendo subsanados.

En estos recuentos es posible incluso encontrar alguna firma 'autógrafa' o un ejemplar 'raro' o único que será trasladado al deposito de la Sala Cervantes.

Mientras tanto, la directora técnica de la BN, Belén Llera está satisfecha con la labor de su equipo y el proceso de digitalización de los fondos más importantes de la institución, que comenzó en diciembre y gracias al cual ya se han digitalizado 500 volúmenes y que 'cambiará todos los procesos bibliotecarios en sí mismos', anunció.