Luis Vilachá, segundo entrenador del Arenteiro, llegó y besó el santo

Luis Alfonso Vilachá Calviño llegó y besó el santo. El técnico ourensano, que se incorporó el pasado viernes al cuerpo técnico del Arenteiro, llega como segundo entrenador de Jesús Arribas, y el pasado domingo ya disfrutó de la primera victoria del equipo verde al derrotar a Unionistas por 1-0.

El entrenador ourensano conocía bien la casa a la que regresó de nuevo. Una temporada y media como segundo de Javi Rey le da bagaje de sobra para saber dónde se mete. Además, cuenta con el conocimiento de una Primera Federación, en la que se quedó a las puertas del ascenso a Segunda la pasada temporada con la Ponferradina, cayendo en la eliminatoria final.

Con Javi Rey comenzó un viaje en El Barco que la pasada temporada le puso punto y final. “Cuando a él le surge la opción de Cartagena yo ya tenía mi futuro planificado aquí con mi trabajo como profesor de Primaria, también el de mi pareja y el niño que empezaba en la guardería. De hecho, lo que iba a hacer era compaginarlo con el fútbol más modesto. Estaba echando una mano en el Pabellón de Liga Nacional con Rubén y Dacosta”. Aunque antes había estado en el Pabellón de cadetes y juveniles o una aventura de diez meses en China como primer entrenador, antes de volver a Barbadás como ayudante de Agustín Ruiz.

Pero el Arenteiro volvió a llamar a su puerta y no dudó en ir a ayudar. “Cuando el presidente Marnotes se enteró de que no iba a Cartagena me llamó y estuvimos hablando. La semana pasada volvió a llamarme, quedamos y al final me convenció”. Y es que también tiene claro Luis Vilachá que “la relación que tuve con el club, con la gente, con jugadores que allí siguen y también el llevar tres meses descansando y que el gusanillo tira, todo sumó para volver”.

Y el pasado viernes fue el primer día. “Sí, cuando llegué al campo de A Uceira volvieron muchos y muy buenos recuerdos, que supongo que es lo normal”. Y relata sus primeras vivencias: “Me encontré un cuerpo técnico con mucha ilusión y muchas ganas de que todo salga bien y un buen grupo de jugadores, pero que poco a poco tendrán que ir acoplándose porque son muchos nuevos y eso necesita tiempo”.

El domingo se sentó de nuevo en el banquillo verde y el equipo sumó los primeros tres puntos. “Los vi bien. La primera parte estuvimos serios, centrados y generando opciones. En la segunda marcamos pronto y ellos se fueron arriba en busca del empate y nos tocó sufrir, pero lo conseguimos”.

Porque una cosa tiene clara Vilachá: “en esta categoría los partidos suelen ser muy igualados, es muy difícil ganar y se deciden por pequeños detalles, por eso sabemos que una de las claves pasa por ser muy fuertes en nuestro campo, donde tenemos que ir al cien por cien para sumar de tres en tres los máximos partidos”.

Llega sin hacer ruido como cuando se marchó, porque lo prefiere así, y teniendo claro a lo que viene: “a tratar de aportar todo lo que pueda para que todo salga lo mejor posible. Eso sí, vengo con mucha ilusión para intentar que todo mejore y que el equipo quede lo más arriba posible. Creo que tenemos mimbres y por trabajo no va a quedar”.