Proyecto autóctono en O Consello

La Primera Nacional se ha convertido en el hábitat natural para el Ribeiro de balonmano. El 13 de septiembre comenzará a afrontar su octava temporada consecutiva en la categoría, todo un logro para una villa pequeña como es Ribadavia. Lo hará además con su proyecto más autóctono. “Era unha vella pretensión que levabamos tempo buscando”, reconoce el técnico Berto Miguélez. Solo sigue un jugador de los foráneos, el ferrolano Pablo Gayoso. Después, dos fichajes. Vuelve a casa el ribadaviense Javi Álvarez, que se había ido en su etapa juvenil al Cañiza y el otro es el ourensano Pablo Martínez, procedente del OAR Coruña. Los demás, “todo rapaces, ademáis de casa. Este era o proxecto pensado dende había tempo, unha plantilla formada maioritariamente por xogadores de Ribadavia ou formados na nosa canteira. Xurdíu unha xeración de rapaces que están petando á porta e non tivemos ningunha dúbida”, añade Miguélez.

Así, suben hasta nueve canteranos. Cuatro de ellos lo harán con la vitola de jugadores de la primera plantilla. Se trata del portero Samu, el extremo izquierdo Iker y los primera línea Denís y Lois. Anxo, Álvaro y Luis, de la cantera y del filial Miño, entrenarán con el primer equipo y después alternarán en los partidos. Se le unen además los juveniles Antón y Marcos, que también estarán disponibles para Berto Miguélez.

La lista de bajas es amplia, siete jugadores. El portero Anxo deja el balonmano de competición. Jacobo Rodríguez y Anxo Riveiro están sin equipo. Los primera línea Costa y Xacob ficharon por el Porriño mientras que los extremos Danilo y Xoel se fueron para el Carballal.

Plantilla cerrada

Con todo esto, la plantilla está más que perfilada. “Algunha idea hai, pero pode decirse que está pechada. Facémolo con bastantes cambios, pero creo que era o momento adecuado, cunha boa xeración de rapaces por detrás e despois de dúas tempadas nas que arrancabamos con moitas expectativas ata rematar sufrindo para manter a categoría”, añade el técnico del conjunto ribadaviense.

Miguélez tiene claros los objetivos. “Hai que ter os pes na terra, pero segudo que imos a dar guerra. Non sei ata onde poderemos chagar, pero si ou si hai que acadar a permanencia. Por historia e presuposto, Ribadavia e o Ribeiro non pode optar a máis. Aí arriba sempre hai un grupo de tres ou catro equipos inaccesibles. Logo, hai un segundo grupo como Lalín, Culleredo e outros de grandes vilas, que se moven pola metade da táboa. E finalmente un terceiro grupo no que estamos nós, Cañiza, Culleredo, Porriño e algún máis que, dependendo como salga o ano, toca ter tranquilidade ou loitar por abaixo”.

Es lo que toca en un grupo al que llegan Lanzarote y Atlético Novás, descendidos de División de Honor Plata. Son las únicas novedades, porque no hubo ascensos y el Tejina canario, que había descendido, recibió una invitación para continuar en la categoría nacional.

Así, 12 gallegos y cuatro canarios. Los once vecinos son Cañiza, Lalín, Reconquista Vigo, Luceros, Carballal, Teucro, Porriño, Xiria, Culleredo, el citado Novás y Bueu. Y en las islas, Ingenio, Tacoronte, Gáldar y el descendido Lanzarote Ciudad de Arrecife.

En nueve días se acaban las vacaciones. El 11 arranca la pretemporada y el primer partido oficial será, muy probablemente, nueve días después en O Consello, la Copa Galicia ante el Luceros, filial del Cangas. La liga comenzará el 13 de septiembre, con visita a Culleredo.