El único verde que nos queda: El Arenteiro gana en confianza a unos días de afrontar las semifinales de la Copa

FALTAN ALGUNOS FICHAJES

Espiñedo acogió un derbi “amistoso” interesante con un cielo tapado por culpa de los tremendos incendios que están arrasando toda la provincia

En la grada de Espiñedo había muy bien ambiente y con los dos equipos bien arropados.
En la grada de Espiñedo había muy bien ambiente y con los dos equipos bien arropados. | La Región

Hay ganas de fútbol. Quizá para muchos de los que estos días guardan las maletas hasta el año que viene sea el mejor alivio. Pobre consuelo, pero bastante común. Ya queda menos para que empiecen las ligas de verdad, las que están cerca y se verán cada fin de semana en los campos de la provincia. Los que siguen estando verdes en un territorio tenido de negro y gris hasta la desesperación. Y eso que todavía no ha terminado y no se es consciente de todo del drama que esto supondrá. Incluso para una tragedia así el fútbol también sirve como desahogo. Algo más de media entrada ayer en Espiñedo y mucho es en estas fechas, con el calor que hace y la que está cayendo.

El derbi del domingo, 17 de agosto, no se verá en liga y el trofeo que se entregaba es más simbólico que valioso, pero en un momento de la campaña en la que los resultados importan poco se notaba que los dos equipos tenían especial interés por levantarlo.

El nuevo Arenteiro, lo es por dentro y por fuera, quería agradar a su gente. La UD Ourense, que siempre la tiene cerca, también.

Los verdes tienen todavía que demostrar que son tan competitivos como los anteriores ejemplos y los rojillos que van a ser igual de ambiciosos cruzando el Padornelo que cuando han jugado solo en Galicia. Los dos van por buen camino, aunque ayer el resultado fue abultado a favor de los locales con tres goles, todos marcados en la segunda mitad. Pero, lo dicho, era lo de menos.

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