Adrián Sampedro, tenista de Ourense: "Jugué contra Nadal en dobles y en individuales"

El tenista español Rafa Nadal acabó este martes con una carrera deportiva que ha estado sin duda marcada por su rivalidad con el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic, que junto al manacorí son los tres jugadores con más "Grand Slam" de la historia. El balear deja el tenis tras una carrera intachable y extraordinaria, repleta de fotos que ya son historia del deporte, pero en la que, en sus inicios, dos ourensanos puede decir que se cruzaron en su camino. Mejor dicho lo compartieron.

Manuel Sampedro, delegado entonces en Ourense de la Federación Gallega de Tenis hizo todo lo posible para acabar trayéndolo a jugar al Club Bamio cuando Nadal era todavía un niño, pero intuyendo ya que acabaría siendo un tenista importante. Pero además su hijo, Adrián, puede presumir de haber jugado contra Rafa Nadal.

Responde a la llamada de La Región sorprendido y siempre deja claro que no quiere asumir un protagonismo "que no tengo", pero es posible que sea el único ourensano que ha jugado un partido de tenis contra el que para muchos es uno de los mejores deportistas de la historia. "Yo no puedo saberlo, pero es fácil que sea el único, aunque en muchos torneos coincidimos con Rafa Nadal tanto yo como Carlos Conde".

En el año 1997 compartieron torneo en el Campeonato de España alevín, en Segovia: "En ese momento hay que entender que Rafa era solo uno más. Éramos unos niños que jugábamos al tenis y yo además era un año mayor que él". Pero, aunque la fama todavía estaba lejos, Nadal empezaba a mostrar detalles de un jugador de otro nivel. Adrián recuerda alguno ya en aquel torneo: "En primera ronda, o en una de las primeras, tampoco quiero equivocarme, recuerdo que le tocó jugar contra el que era campeón de Cataluña y los familiales del otro jugador no se creían lo que estaban, viendo porque nadie conocía a Rafa y le ganó con mucha facilidad. Desde ese momento empezó a conocerse ya mucho más.

Los que eran de Mallorca sí sabían de él, pero después ya se le empezó a conocer en toda España". Y añade: "Vino muy fuerte desde atrás y siendo un año menor llegó a semifinales del Campeonato y además con la importancia de que era dentro de una generación muy fuerte. Estaba Marcel Granollers, estaba Rafa Almagro y otros jugadores que han llegado muy alto en el tenis profesional".

"Jugué contra Rafa Nadal"

Aunque compartieran torneos no es fácil encontrarse con algún rival en concreto, salvo que los tenistas sean habituales en los puestos más alto del ránking y eso le haga medirse habitualmente en las rondas finales. Sin embargo, la fortuna quiso que Adrián Sampedro y Rafa Nadal se viesen la caras. El cuadro los emparejó en las instalaciones del Real Club Jolaseta de Getxo, en uno de los torneos más importantes que se jugaban en España dentro de las categorías de base. "Jugué contra Rafa Nadal en el Sport Goofy que se jugaba en Bilbao. Era un partido en primera ronda y me ganó 6-1 y 6-0. Salí a la pista nervioso y al final pasa lo que pasa", comenta el ourensano de aquel día. Y no sería la última vez. Ese mismo año se volverían a enfrentar.

Esta vez sería en un partido de dobles y el tanteo, mucho más igualado: "Jugamos en dobles en la ronda de cuartos de final del torneo Manuel Alonso, que era el Campeonato de España oficial. Nadal jugaba con Nicolás Almagro como pareja y yo jugaba con un chico de Castilla la Mancha y perdimos 6-3 y 6-4". Dos partidos ante el que ha sido número uno del tenis mundial 209 semanas, pero para este ourensano el enfoque es distinto: "Antes de entrar en pista a jugar contra él estábamos jugando a fútbol juntos y, por supuesto, compartíamos pista para entrenar muchas veces".

Una rutina a la que en ese momento Sampedro no le daba la relevancia que ahora puede adquirir, pero era absolutamente "imposible de pronosticar". "Vino a jugar a Ourense y también estábamos con ellos mucho tiempo. Se veía que iba a ser bueno, pero nadie podía pensar todo esto. Puedo poner el ejemplo de Carlos Alcaraz, que todo el mundo pensaba que podía ser bueno, pero es que ya se piensa que puede ser otro Rafa Nadal. Y hay muchos casos contrarios, que se quedan por el camino. Casos de gente que se daba como buenísima.

Recuerdo por ejemplo a Carlos Boluda. El Open d’Istres Provence, en Francia, es el torneo de referencia en categorías de formación y Rafa Nadal lo ganó, pero después vino Boluda y lo ganó dos veces y consecutivas, que nunca nadie lo había hecho. Se le pusieron todos los medios, como seguro que se hizo con Rafa Nadal, y no solo es que no llegase al tenis de élite, es que ahora mismo te estoy hablando de él y lo más seguro es que ni lo conozcas".

Los motivos por los que Nadal acabó llegando tan alto seguro que no son pocos y la mayoría de ellos tendrán que ver consigo mismo y con la capacidad de exigirse en el día a día, pero Sampedro añade un dato más que quizá fuese relevante para impulsarlo en sus inicios: "Que creía que Nadal iba a ser bueno, claro que sí, pero al igual que podía haber sido bueno algún otro. Lo que nunca podía pensar es que en aquella generación fuesen muchos tan buenos. Y estoy seguro de que eso fue así por la competitividad". Añade algo más: "Rafa seguro que ha sido muy bueno por su constancia y por su humildad, pero también por la competitividad que tuvo esa generación".

El lado humano de Nadal

Antes de terminar la entrevista destaca el lado humano de Nadal. Una parte que él conoció personalmente cuando eran dos canijos y que confirmó tiempo después: "Venía de una familia de deportistas y además el ha tenido un orden en la vida. No es fácil cuando eres joven renunciar a salir por jugar al tenis y él lo tenía muy claro. Podía haber sido muy bueno jugando al fútbol o jugando al tenis".

Hasta el final insiste en alejarse de cualquier tipo de protagonismo y evitar "contar anécdotas que tengo con él", pero acaba cediendo y contando un encuentro que a la vez ayuda a confirmar la imagen que Nadal transmite para los que solo lo conozcan por la televisión: "Coincidimos con él en la cena de celebración tras ganar la Copa Davis ante la República Checa en Barcelona (2009) y fue él quien se acercó a mí para saludarme. Me dijo, 'hombre gallego', sin llamarme por el nombre claro está, pero ya siendo una estrella y tiendo la humildad de saludar a una persona con la compartió algunas cosas cuando éramos unos niños y sin tener ningún mínimo punto altivo o de alguien que se considera una estrella".