El Gobierno rectifica y exime de presentar declaración de renta a los que cobran paro

El Gobierno decidió finalmente no exigir la presentación de la Declaración de la Renta correspondiente al año 2024 para los perceptores de la prestación por desempleo, a pesar de que estaba incluida en la reforma del subsidio por desempleo aprobada en 2024. Esta medida, que originalmente debía entrar en vigor en 2025, se ha aplazado hasta 2026 debido a que la normativa sobre la obligación de presentar la declaración fue aprobada en noviembre de 2024, lo que implica que durante los primeros meses del ejercicio fiscal de 2024 no se cumplirían los requisitos necesarios para aplicar esta exigencia. De esta manera, el Gobierno ha confirmado que los perceptores de la prestación por desempleo no estarán obligados a presentar su declaración de IRPF en 2025, ni se aplicarán sanciones ni se producirá la pérdida de las prestaciones en caso de no hacerlo.

Hasta 2026

La obligatoriedad de declarar se pospone hasta 2026, cuando los beneficiarios de la prestación por desempleo deberán presentar anualmente la declaración de la renta, sin importar que no alcancen los umbrales de ingresos que hasta ahora les permitían no declarar. Esta medida forma parte de una reforma más amplia del subsidio por desempleo, introducida mediante un real decreto ley aprobado en mayo de 2024, que también contempla otras reformas como el aumento progresivo del subsidio, la ampliación de los colectivos beneficiarios y la posibilidad de compatibilizar el subsidio con un salario.

Con respecto a la declaración de la renta, hasta el próximo año, los desempleados solo estarán obligados a declarar si tienen ingresos superiores a los 22.000 euros anuales o 15.000 euros si tienen más de un pagador, lo cual es un cambio que afecta tanto a los asalariados como a los beneficiarios del subsidio. Sin embargo, los autónomos y las personas beneficiarias del Ingreso Mínimo Vital deberán presentar la declaración independientemente de sus ingresos.

Además, la campaña de la Renta introducirá novedades, como la obligación de declarar para quienes perciban rendimientos inferiores a 15.876 euros, en paralelo a la subida del salario mínimo interprofesional. También se aumentará la reducción fiscal por rendimientos del trabajo. El aplazamiento de la obligación de presentar la declaración de la renta para los beneficiarios de la prestación por desempleo también responde a la necesidad de adaptar el sistema tributario a los cambios que introduce la nueva legislación en materia de subsidios.