RELEVO NA ORGANIZACIÓN
Fin de etapa da comisión do Entroido e Santo Cristo de Laza tras 10 anos
Llegó el gran domingo. El Domingo Gordo. Viana do Bolo se sumergía en la más profunda tradición con un desfile de fuliones que se iniciaba a las 11,30 horas desde el barrio de O Toural hasta la Plaza Mayor. Un total de 21 agrupaciones llenaron de sonido y color las tierras del Bibei.
El Fulión de O Tameirón, de A Gudiña, fue el encargado de iniciar el desfile, tras este, una veintena más de agrupaciones en las que también se pudieron observar varias carrozas alternas. Procedentes de diferentes aldeas del lugar y de otros municipios vecinos estuvieron presentes los fuliones de Grixoa, Quintela de Edroso, Quintela do Pando, Santa Mariña, Punxeiro, Cabo da Vila, Penouta, Buxán, Mormentelos o Vilariño de Conso.
Tras el espectáculo de sonido y color que se alargó hasta bien entrada la tarde llegó el turno de la comida. La estrella: la androlla. El pabellón municipal y el Campo da Feira albergaron a más de 2.000 comensales en el encuentro gastronómico de su exaltación que este año alcanzó la quincuagésima tercera edición.
Durante la tarde llegó el turno de una nueva ronda de fuliones y la Plaza Mayor acogió la actuación de Louband, encargada de amenizar la jornada y despdir uno de los días más grandes del Entroido en el lugar.
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