RELEVO NA ORGANIZACIÓN
Fin de etapa da comisión do Entroido e Santo Cristo de Laza tras 10 anos
Cientos de olas volaron ayer en Xinzo bajo la atenta mirada del Meco y la visita vespertina de la lluvia, que no restó público ni ganas de fiesta a los asistentes al Domingo Oleiro.
La capital antelana celebró y disfrutó de una de sus jornadas más esperadas, y lo hizo además en un viaje al pasado al que se sumaron vecinos y visitantes, que siguieron las directrices de la organización y tomaron las calles ataviadas de trajes de principios del siglo pasado. “El agua no restó interés, ni fiesta ni jugadores a una celebración que fue todo un éxito, tanto por la mañana con el oleiro infantil, como ahora, por la tarde. Felicitar a la Asociación A Pantalla por lo bien organizado, y por las medidas de seguridad durante el juego, y a la gente, que está siendo una fiesta participativa, que de eso se trata que vengan y participen”, trasladaba Carlos Gómez, concejal de Cultura, quien destacó la alta afluencia de visitantes y ausencia de incidencias en la celebración.
A las cuatro de la tarde salía del Museo Galego do Entroido el carro con las olas que vecinos y forasteros se lanzarían después en una abarrotada plaza Maior. Una exaltación tradicional llena de arte, destreza y compadreo que continuó después, en los locales del casco histórico, dejando tras de si un rastro de olas que no llegaron a manos de nadie.
Por la mañana los protagonistas fueron los niños. El agua dificultó la celebración, que se hizo más corta que de costumbre, pero no impidió el juego entre los más pequeños que, a la vista del resultado, garantizan el futuro de una tradición. “Hay tres palabras que definen muy bien el Entroido de Xinzo que son tradición, respeto y sentimiento”, comentaba Gómez.
Entre risas y cánticos la fiesta continuó después en la propia plaza Maior, con cantareiras y pandereteiras, retrancas y mucho humor, como la del grupo de operarios que alardeaba de la reinstalación de la fuente de la Praza Maior. “E se chove, que chova!”, decían unos y otros, sin ganas de decir adiós a un largo fin de semana que arrancó el sábado con el pasacalles, la procesión y el Colgamento do Meco.
La jornada de ayer fue la escogida también por el director de Turismo de Galicia, Xosé Merelles, para visitar el municipio e inaugurar el mural protagonizado por una pantalla en la calle Dous de Maio. Xosé Merelles, que aprovechó su estadía en Xinzo de Limia para visitar el Museo Galego do Entroido, subrayó el “carácter ancestral” de esta celebración, de la que destacó la “implicación de toda a vecinanza” para vivir y transmitir esta tradición.
Sin decir adiós al fin de semana, en la capital antelana ya piensan en la siguiente cita, la del Corredoiro, con más disfraces, bailes, muchas charangas y la esperada aparición de las pantallas. El domingo 23 será el primer día en el que harán su aparición por las calles del municipio. A las doce está prevista la ‘xuntanza’ en el Museo Galego do Entroido para llegar, todas juntas, hasta la plaza Maior pasando por la Rúa dos de Maio y la avenida de Madrid. La programación incluye, ya desde el sábado por la tarde, música y baile para todos los públicos con la concentración de disfraces, la verbena amenizada por la orquesta Los Players y las charangas Sound Band y Élite animando en las calles del casco viejo.
Fotos: Lucía Otero
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