El Gobierno da luz verde a su plan para la televisión digital

El Consejo de Ministros aprobó ayer un Real Decreto sobre el Plan Técnico Nacional de la Televisión Digital Terrestre (TDT) para lanzar emisiones en ultra alta definición (UHD) y paso previo para la licitación de un nuevo canal de televisión de ámbito estatal, el que lleva meses empeñado en crear el presidente Pedro Sánchez y que le valió enemistarse con el grupo Prisa, cuya licencia saldrá a concurso próximamente.

Como afirmó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la ministra portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, el plan fue “debatido y consensuado con el sector” desde junio del año pasado. “Cada vez que ha habido en España un avance tecnológico en esta materia, se ha aprobado un plan nacional”, señaló Alegría.

Según informó después el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, la norma establece el marco jurídico y técnico para introducir en el servicio de la TDT de cualquier ámbito territorial (estatal, autonómico y local) la tecnología de transmisión DVB-T2 que permitirá generalizar las emisiones con calidad de ultra alta definición (UHD).

Tras la incorporación del estándar de alta definición (HD), que terminó en febrero de 2024, el Plan Nacional de la TDT impulsa “una nueva evolución tecnológica que permitirá a la ciudadanía disfrutar de emisiones con la mejor calidad y a los prestadores de TDT competir tecnológicamente con otras plataformas o servicios audiovisuales que utilizan otras redes de transmisión, como el satélite o la televisión por internet”.

Respecto a los actuales canales de TDT, destacó que mantiene las mismas redes de televisión digital terrestre (múltiples digitales) y las desconexiones territoriales que existían en el Plan técnico anterior, por lo que “no se pierde ninguno de los canales de TDT que existen en la actualidad”.

El proceso fijado para implantar esta evolución tecnológica implica la redistribución en la organización de los canales de televisión de ámbito estatal entre los diferentes múltiples digitales, lo que hace que quede libre una parte de la capacidad de uno de ellos para un nuevo canal de ámbito estatal, cuya licencia saldrá a concurso próximamente, por lo que se ampliará la oferta de canales de TDT, según subrayó Alegría.

El “no” de Prisa

El pasado 25 de febrero, el Consejo de Administración de Prisa descartó optar a una nueva licencia de televisión, algo que les había solicitado el propio presidente del Gobierno, empeñado -como aún ahora-, en controlar un canal de televisión que pudiera contrarrestar las cadenas que considera no apoyan lo suficiente su gestión desde Moncloa. La medida ahora aprobada está en el origen de la guerra interna accionarial en el seno del Grupo Prisa. Ese día, el Consejo de Administración de Prisa escenificó una ruptura irreconciliable entre los accionistas partidarios de impulsar un nuevo canal -liderados por Andrés Varela Entrecanales y respaldados por José Miguel Contreras-, y los detractores, con el presidente y mayor accionista de la compañía, Joseph Oughourlian, a la cabeza. Oughourlian impuso entonces su criterio en una decisión que provocó la marcha del presidente de Prisa Media, Carlos Núñez, que solo 48 horas antes había apostado abiertamente por la inmersión televisiva del grupo empresarial.

Según notificó la compañía a la Comisión Nacional de Mercados y Valores (CNMV), el consejo analizó el proyecto presentado por el presidente ejecutivo de Prisa Media para lanzar un nuevo canal de televisión cuando se proceda a licitar la nueva licencia en España.

“Tras analizar el referido proyecto, el Consejo de Administración ha decidido que Prisa no opte a la nueva licencia de televisión, centrando todos sus esfuerzos en las líneas de negocio que actualmente desarrolla Prisa Media, tanto en prensa como en radio, que cuentan con el pleno respaldo de sus lectores y oyentes, como acreditan los magníficos resultados obtenidos, descartando así la vuelta al mercado televisivo”, señaló.

Las presiones de Moncloa para hacerse con el control de Prisa

El ministro para la Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, mantuvo una reunión en febrero con el presidente de Telefónica, Marc Murtra, y el consejero delegado de Vivendi, Arnaud de Puyfontaine. Un encuentro, que según publicó recientemente el medio francés Le Point, se produjo el 12 de febrero en el marco de la Cumbre por la Acción sobre la Inteligencia Artificial en París, y en la que López -que posteriormente negó que dicha reunión se produjera- “presionó” a Vivendi para vender su participación en Prisa a empresarios afines.

El Gobierno presionaba así a los dueños mayoritarios de Canal+ y Dailymotion para asegurarse el control de sus acciones. En la reunión en París, Óscar López y Marc Murtra amenazaban a Vivendi para que vendiera sus acciones en la compañía española, que controla El País y la cadena SER, solo unos días antes de que el Consejo de Administración de Prisa se “fracturara”.