ÚLTIMO TRIMESTRE DE 2025
Foro La Región, referente del debate político, territorial y emprendedor
José Luis Blanco Diéguez nació en 1970 en Limiñón, una aldea de Chantada en la falda del Monte Faro. Ahora, la sierra está coronada por aerogeneradores. No podría ser una circunstancia más oportuna para el ponente del Foro La Región de este viernes: Blanco es consejero delegado de Nordex y preside Wind Europe, la asociación que aglutina al sector eólico en toda Europa.
Antes de entrar en materia… usted salió de Chantada y acabó en el liderazgo de la eólica europea.
Un poco como en “Memorias dun neno labrego”, de Neira Vilas. Nací en una aldea en Monte Faro, Limiñón, hijo de padres emigrantes. Eso te forja mucho el carácter y aprovechas en la vida todas las oportunidades que tienes. La suerte me cogió trabajando.
¿Cuál es la foto fija, la panorámica general de las renovables y la eólica, tanto en Europa como en España?
Estamos instalando la mitad de lo que Europa necesita para conseguir los objetivos 2030. El año pasado se instalaron 18.000 megavatios, lo cual es muy buena noticia porque es mucho más que el año anterior, pero la mitad de lo que debería. Con lo cual, agridulce, porque no estamos ahí. España, lo mismo. Y Galicia, un desastre.
¿Cree que las instituciones están lo suficientemente concienciadas de la urgencia de la situación?
Europa sí, sin duda. Europa ha tomado diferentes medidas legislativas para acelerar el desarrollo de las renovables. Lo ha calificado de interés público superior, ¿y por qué? Primero, porque mientras no consigas mitigar los efectos del cambio climático, esto supone un potencial problema de salud pública. Segundo, se quiere reducir la dependencia de combustibles fósiles y de Rusia. Y esto es un interés de seguridad nacional. Estos dos intereses de seguridad nacional y salud son de interés público superior, y así se recoge en la legislación y así se ha ido trasladando a diferentes legislaciones de países comunitarios para acelerar los permisos de este tipo de instalaciones y para evitar que pequeñas minorías actúen contra el interés general haciendo oposición en los juzgados y utilizando las instituciones para impedir el desarrollo.
¿En qué se traduce esta medida en la práctica?
Es una herramienta legislativa que se pone en poder de los gobiernos y las legislaciones para que los parques se tramiten, como máximo, en dos años. Es lo que dice la directiva comunitaria, y no como en muchos casos de ahora, que se tardan 10 o 12 años. Si no se cambia esto, no se van a conseguir los objetivos climáticos y de independencia energética. Y el mundo, Europa, tiene que funcionar sin fósiles en 2050. No queda mucho tiempo. Esto, que se ha trasladado a la legislación alemana, ha sido un “game changer”. Este cambio en la legislación no se ha visto en otros países, ni diría que, de momento, en España. En Galicia, todo lo contrario: en vez de interpretar el interés público superior de la UE para desbloquear, está ocurriendo todo lo contrario.
Ante las protestas medioambientales, la parálisis en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG)… ¿cómo viven las promotoras el bloqueo?
Desde mi posición de CEO de Nordex, lo que no se venda en Galicia se venderá en otro sitio. Y energía que se produzca en otro sitio, riqueza que irá a otro sitio. La estadística no engaña: si toda Europa está avanzando para darse prisa, acelerar y coger velocidad de crucero, no se entiende que Galicia vaya en el sentido totalmente opuesto, paralizando todo. La ley es la misma, los estudios de impacto ambiental son los mismos, los promotores son los mismos, pero en Alemania se multiplica por seis y en Galicia, se para. Difícil de entender.
¿Qué papel juegan las renovables en las economías?
El capital invierte donde es bienvenido. Si en un sitio te ponen problemas, te vas a otro. En Galicia, más del 50% de la energía primaria está basada en fósiles. Y eso desaparecerá, habrá que producir otro tipo de energía, independientemente de que la produzcas en Galicia o fuera; o de que produzcas bienes en Galicia con esa energía barata o los produzcas fuera y los importes. Si los combustibles verdes del futuro se van a producir en Marruecos e importar a Galicia, es riqueza que llevas a Marruecos y una balanza de pagos negativa para España y para Galicia. Hay que pensarlo desde el punto de vista global de la sociedad, que tiene la oportunidad de no perder el tren. Si se pierde, será una sociedad más pobre.
¿Cuál es el impacto de la energía eólica a nivel local?
Por lo que a mí me cuentan, en muchas de las comunidades donde se han paralizado o suspendido proyectos, no suele ser la sociedad local la que se opone. Hay ingresos, hay empleos locales, hay alquiler de terrenos… Pero yo lo analizaría más como sociedad. O produces leche, o importas leche. Si se dan las condiciones para producir leche en tu comunidad, la produces para consumo propio y para exportar. Con la energía, lo mismo. Si no la produces, la importarás. O generar desarrollo para todos, o generar pobreza para todos.
En ese sentido, también es importante para conseguir esa seguridad energética que mencionaba antes.
Indudablemente. Lo vemos estos días de mucho viento y mucho sol: el precio de la energía cae. Las renovables tienen un factor tremendo en la competitividad de la economía. Con energía abundante, independiente, que no dependa de la volatilidad de los mercados energéticos globales, y barata, la sociedad será próspera. Si se desaprovecha esa oportunidad, se acabarán importando bienes y servicios que se producirán en otro sitio.
¿El aire es el nuevo petróleo?
El aire y el sol, yo creo que sí. Hay que intentar ser la Arabia Saudí del nuevo mundo. Y no poner piedras en las ruedas teniendo la Arabia Saudí del nuevo mundo como es Galicia, para que la inversión se vaya afuera y que se haga en Marruecos o en otros sitios del mundo como Brasil o Estados Unidos. No digo que Galicia sea lo mejor del mundo, porque hay poco sol, pero hay un viento razonable. Si esto se convierte en el nuevo petróleo, los países que sean Arabia Saudí, que tengan el coste de producción más bajo, serán los que vendan más. Hay que intentar competir en este nuevo mundo que viene de electricidad verde y combustibles renovables.
Esta semana se celebra el evento anual de WindEurope en Bilbao. ¿Qué se puede esperar de esta cita?
Primero, agradecer a la Unión Europea que nos haya escuchado. Acabamos de firmar el Wind Act con los ministros de energía -excepto Hungría-, con la vicepresidenta y con la Comisión. Se han implementado nuevas medidas para crear una industria resiliente que no tenga una dependencia excesiva de China. El mensaje en esta feria, que cuenta con más de 12.000 visitantes, es que la industria está preparada para duplicar la instalación que Europa necesita para cumplir sus objetivos. Y también, quizás, animar a todo el mundo a hacer un debate sosegado y calmado. Esto es una oportunidad que no se puede dejar escapar. Hay minorías que están en contra y eso es muy legítimo, pero no pueden poner en jaque el gran interés de la mayoría. Hay que tener un debate maduro y abordarlo serenamente porque las oportunidades no esperan.
A la hora de hablar de energía eólica y, más en general, de las renovables, es inevitable tocar la evolución tecnológica. Los aerogeneradores actuales son muy diferentes a los existentes a principios de siglo, ya que multiplican la capacidad de producción que tenían por aquel entonces. Otras cuestiones son cómo almacenar la energía para garantizar el suministro, por ejemplo.
La eólica evolucionó mucho en el último cuarto de siglo.
Con las máquinas actuales para onshore en el entorno de seis megavatios, y en Alemania, que se están montando alturas de torre de hasta 200 metros… seguir creciendo es muy difícil logísticamente, ya que hay que llevar esas máquinas a los lugares donde se instalan. Donde más se está investigando es en hacer que este tipo de máquinas tengan menos impacto. Instalas una máquina donde antes instalabas diez para producir la misma energía, hay menos impacto visual. Hay tecnología para evitar impactos de murciélagos, de aves… Los niveles de ruido se han bajado muchísimo para instalarlos en zonas habitadas. En Galicia no lo vemos mucho, porque se instalan en las cumbres de las montañas, pero si lo comparas con Alemania... El doble de la población de España vive en poco más de la mitad de superficie. En lugar de vivir en grandes ciudades, la gente vive en el territorio. Es un país muy densamente poblado.
Cuidar el ruido será importante allí.
Para instalar este tipo de máquinas al lado de pueblos, necesitas cuidar mucho todos esos aspectos como el ruido. Sorprendentemente, en Alemania no hay ningún problema; al contrario, toda la sociedad apoya este desarrollo rápido. Es un país mucho más densamente poblado y la instalación tiene más impacto sobre los ciudadanos. Han sufrido de primera mano la dependencia del gas ruso y saben el valor que tiene que la sociedad tenga independencia. Una independencia energética alejada de los ciclos, de las commodities, las guerras, crisis como las del mar Rojo, Irán…
Si el viento no sopla o no hace sol… ¿a qué soluciones se puede recurrir en el caso de las renovables ante esta circunstancia?
Lo más eficiente energéticamente es el bombeo hidráulico. Sobre todo, en sitios y países donde ya hay centrales hidráulicas instaladas. Lo segundo son las baterías. El mundo está en un proceso acelerado de instalación de renovables, está en un proceso acelerado de electrificación de la economía y está en un proceso acelerado de descarbonización de la parte de la economía que no se puede electrificar: la gran industria, el cemento, el acero, etcétera. Cuanto más electrifiques la demanda, más capacidad de gestión tienes. Es decir, las baterías de los coches harán, en gestión activa de demanda, como embalses para almacenar energía. Y lo mismo pasará con procesos industriales. Creo que será una combinación de todo. Más electrificación de la economía y más rápido. Más movilidad eléctrica y más rápido, porque eso tiene que llegar sí o sí, cuanto antes se haga mejor.
¿Además de esta electrificación, qué otros elementos juegan un papel?
En una segunda fase, producir combustibles renovables: hidrógeno verde y demás. Puedes adaptar la carga de producción de esos combustibles a la carga de generación que tengas en la economía. Al final, será una combinación de muchos factores en el lado de la oferta y muchos factores en el lado de la demanda. Lo bueno es que la tecnología existe y es muy competitiva. Hoy, nadie discute que las renovables son más baratas que las fósiles e incluso más baratas que la nuclear.
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