Castro de Paz: “El cine de posguerra fue duro, crispado y esperpéntico”

recorrido por el cine español de los 40 y 50

El historiador de cine, José Luis Castro de Paz, desmintió en el Foro La Región el estigma de la filmografía de posguerra. “Es falso que toda la filmografía del franquismo fue de cartón piedra”.

Publicado: 22 may 2025 - 23:10 Actualizado: 22 may 2025 - 23:13

José Luis Castro de Paz se dirige al público bajo la atenta mirada de Carlos Oro. El público atiende la ponencia del protagonista del Foro.
José Luis Castro de Paz se dirige al público bajo la atenta mirada de Carlos Oro. El público atiende la ponencia del protagonista del Foro. | Xesús Fariñas.

El Foro La Región tuvo este jueves una cita con el cine español de posguerra. El historiador de cine y catedrático de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Santiago de Compostela, José Luis Castro de Paz, fue el encargado de realizar un recorrido por la filmografía española de los años 40 y 50, a la par que desmintió muchos mitos que acompañan al cine de esta época.

La presentación del ponente corrió a cargo del profesor y director de documentales Carlos Oro, quien comenzó su intervención destacando la trayectoria de José Luis Castro de Paz: “Lleva años escribiendo mucho y bien sobre la historia de este país y la manera en la que se expresa la condición humana, la política, la ciencia y el arte a través del cine”, explicó. Para finalizar, invitó a los ponentes a disfrutar de una conferencia centrada en el cine español de posguerra: “pese a ser considerado un cine franquista, los estudios más rigurosos nos vienen a decir que tiene mucho interés desde el punto de vista histórico y cinematográfico”, señaló.

Castro de Paz recogió el guante e inició su ponencia echando la vista atrás: “Con 25 años comencé a dar clase de historia del cine en la Facultad de Humanidades del Campus de Ourense. En esa época apenas se había escrito nada serie y riguroso sobre la historia del cine español”, aseveró. El porqué de esta situación lo explicó a continuación: “En gran parte se debe a que la tradición republicana se había quedado esquinada por 40 años de dictadura. Y después porque los historiadores formados en los años 60 y 70 eran gente progresista, muchos de ellos militantes del Partido Comunista, que despreciaban por completo el cine español del 1939 al 1950, porque para ellos olía a franquismo”, apuntó.

Para el ponente, esta visión del cine de posguerra era comprensible: “Eran historiadores que habían sufrido el franquismo y, por tanto, podemos entender que miraran con malos ojos ese cine”, explicó. El estigma sobre esta época, cambio con el paso de las generaciones: “Los historiadores que llegamos después y que apenas habíamos vivido la dictadura, no estábamos dispuestos a seguir repitiendo esos tópicos que hablaban de banalidad y falta de interés”, apuntó.

Un cine de tradición teatral

José Luis Castro de Paz explicó que gran parte del cine de posguerra estuvo claramente influenciado por la tradición teatral: “Era un cine que nació de la tradición teatral del sainete popular, era donde había nacido. De aquellas historias de las clases populares madrileñas”, explicó.

Para el ponente, el cine republicano fue “francamente interesante” y mostró “por donde podía ir el éxito del cine español” y que este podría haberse “homologado” al que se hacía en otros países, pero la situación se vio truncada con la llegada de la Guerra Civil.

Desmintiendo el mito

“Tras el fin de la guerra y la instauración del régimen franquista se dijo que toda la filmografía se convirtió en un cine militar y de cartón piedra, pero esto no es cierto”, aseveró el ponente. El primero en darse cuenta y desmentir este estigma, fue Luis García Berlanga: “En una conferencia en el Festival de Pesaro, en Italia, señaló ante el estupor de los críticos de izquierdas que muchas de las películas de los años 40 procedían de los años de la República como expresión de las clases sociales no vinculadas a los vencedores”, explicó.

Para tratar de desmentir el mito de que durante el franquismo solo se hacían películas afines al régimen, José Luis Castro de Paz puso ejemplos que demuestran lo contrario: “En 1949, Benito Perojo, dirige la película “Marianela”, basada en la novela de Benito Pérez Galdós, un autor nada apreciado por el régimen”, apuntó.

Otra de las explicaciones, que Castro de Paz encuentra a la continuidad con el cine republicano es que la inmensa mayoría de los directores siguieron viviendo en España: “Edgar Neville, Florián Rey o Benito Perojo son los grandes ejemplos”, indicó.

Para finalizar su ponencia, aseveró que el cine de los directores de aquella época fue “duro, crispado y esperpéntico” y se caracterizó por “una crítica que el régimen no toleró y por ello puso el dinero en otro tipo de películas que no gustaron al público español”.

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