Eduardo Barreiros, un pilar “decisivo en la industrialización de España”

El Foro La Región vivió ayer por la tarde una fecha marcada en rojo en su calendario. La que cada año rinde homenaje a dos históricos del automovilismo ourensano como Estanislao Reverter y Antonio Coleman a través de su memorial.

En esta ocasión, la conferencia centró las miradas en la figura de Eduardo Barreiros, uno de los personajes más importantes de la historia de la provincia y de la automoción nacional. Los protagonistas de la velada fueron Mariluz Barreiros, hija del histórico empresario y presidenta de la fundación Eduardo Barreiros; y el escritor Pablo Gimeno, gran conocedor del mundo del motor en España, y que aprovechó la ocasión para presentar su libro “Los Dodge españoles. Eduardo Barreiros y el sueño del automóvil”, en el que descubre todos los secretos del histórico vehículo.

El evento fue presentado por Santiago Gómez-Randulfe, presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Ourense. “Tengo el privilegio de ser testigo directo de lo que hoy se va a hablar. Y es que mi padre fue propietario de un Dodge”, comenzó afirmando Gómez-Randulfe en referencia a la temática de la conferencia. Sobre Barreiros, afirmó que “su historia está plagada de grandes éxitos y el proyecto del Dodge fue uno de ellos. Aunque no triunfó desde el punto de visto económico, sí que demostró la capacidad técnica de su compañía”. Para finalizar, destacó “la capacidad de liderazgo de Barreiros” y lamentó la “falta de reconocimiento a su figura en España”.

Mariluz Barreiros recogió el testigo e inició su intervención agradeciendo “de corazón” a La Región “el hecho de hacer posible esta conferencia”. A continuación, destacó “la gran cantidad de mensajes llenos de gratitud y cariño” que recibe a diario la Fundación Eduardo Barreiros. Sobre la figura de Pablo Gimeno, aseveró que “su labor como historiador del automóvil es impresionante e impecable. En esta obra sobre los Dodge, no solo demuestra su amplio conocimiento sobre este coche, sino también su profunda admiración por mi padre”. Para acabar su intervención, lanzó una reflexión final: “Mi padre y sus hermanos contribuyeron de una manera decisiva a la industrialización de España.”, afirmó.

Historia de una ilusión

“La historia de Eduardo Barreiros es la historia de la ilusión por el trabajo”, con esta afirmación inició Pablo Gimeno su intervención en el Foro La Región. Para el ponente, el ourensano fue el claro ejemplo de “empresario modelo, de aquellos que mueven el mundo y lo hacen avanzar”.

Tras unas breves pinceladas sobre sus primeros años de vida, Gimeno centró la atención en el bum empresarial de Barreiros: “Durante la posguerra española y ante la carestía del combustible, Eduardo Barreiros convertía los motores de gasolina en motores de gasóleo”, explicó. Una ocupación que mantuvo hasta que en 1957, ganó un concurso para suministrar camiones militares a Portugal. Esta hazaña llamó la atención mismísimo Franco, que acudió en persona a felicitarlo. “Barreiros le propuso fabricar camiones en España para exportarlos al país vecino y Franco le dio permiso”, afirmó el ponente.

El origen de los Dodge

Si algo definía a Barreiros, era su ambición e inquietud por mejorar siempre. Estas características le llevaron a querer ir más allá y buscar hacerse hueco en la fabricación de vehículos. “Se puso a la búsqueda de posibles socios y al final se alió con el fabricante americano Chrysler, que en esos momentos deseaba tener una presencia importante en Europa”, explicó el ponente en referencia al origen de los Dodge. Con esta alianza, Barreiros cumplió su sueño de tener una gama completa de productos, desde motores industriales, a tractores, camiones, y automóviles.

Esta ecuación supuso un varapalo profesional para Barreiros, ya que el Dodge fue un coche de difusión limitada. “Era un coche al alcance de pocos bolsillos. Esperaban rondar las 20.000 ventas al año, y finalmente el mejor año, la cifra de negocio no alcanzó las 8.000 unidades vendidas”, aseveró Gimeno.