Iván Raña: “Mis mejores carreras llegaron tras momentos complicados”
FORO LA REGIÓN
El triatleta Iván Raña, campeón del Mundo y de Europa, analizó la importancia de la “higiene mental” en el rendimiento deportivo al máximo nivel
Habla por experiencia propia. Sabe lo que es estar en la cima mundial, viviendo todo el proceso intensamente. Pionero del triatlón en España para nadar, pedalear y correr mano a mano con la élite. Y ganarles. Iván Raña (Ordes, 1979) ha aprendido de todo, también desde el ciclismo profesional y los ironman.
Ahora sabe más que antes y se dedica a enseñarlo a los demás. Fue el protagonista del Foro La Región, que tuvo lugar en la sede de Afundación en Ourense. “Concentración, relajación y rendimiento” fue el título de una ponencia en la que desgranó los secretos en la relación entre el cerebro y el máximo rendimiento. Todo a modo de diálogo con el escritor y aventurero Alberto Cacharrón, que ejerció de moderador y que conoce a Raña desde la amistad.
Una charla que arrancó con la proyección de “Libre”, un cortometraje centrado en las sensaciones extremas por las que pasa el propio Raña en las competiciones. “Puedes llegar a odiar lo que haces, pero hay que mantener la ilusión. Las mejores carreras de mi vida llegaron tras momentos complicados”, apunta el deportista.
Después se fue al pasado, a sus inicios. “De pequeño tenía claro que quería ser deportista, piloto o vaquero incluso. Antes jugabas más en la calle y desarrollabas habilidades que, hoy en día, cuestan más. Me di cuenta de que corría rápido, saltaba, iba bien en bici… Estaba entrenando triatlón sin saberlo”.
Eso le llevó a la natación y al único entrenador que ha tenido en su carrera. “César me hablaba de mentalidad, de saber visualizar, de relajarse y prepararse mentalmente para las carreras. Viví con él cinco años y algo se me quedó. Firmé un contrato que decía que todo lo que él invertía en mí se lo tenía que devolver cuando fuera profesional. Y en 1999 lo hice”.
Todas esas enseñanzas le hacen tener claro que “el estado emocional puede marcar toda tu trayectoria deportiva. Si eres triste, pesimista, tu cuerpo va a estar tenso. Y te lesionas, te rompes. Cuando compartía entrenamiento con gente de alto nivel, mi rendimiento mejoraba exponencialmente. El entorno es algo que tienes que cuidar”.
Sin descuidar la técnica, que más allá de lo que se pueda pensar, Raña destaca que la mente es clave. “Cuando empiezas a hacer una actividad, tienes que empezar muy despacio Luego ya te saldrá fluida, automática. Tienes que hacerlo muy tranquilo porque si te metes prisa se te quedan unas manías y gestos que arrastrarás de por vida. La técnica es lo que te limita en todos los aspectos de la vida. Y lo puedes entrenar. Entrenar para que tu cabeza esté centrada en el ejercicio que haces. Todo el mundo lo sabe, sí, pero mucha gente falla”.
Una cabeza que puede jugar a favor o en contra. “Llegué a pensar en retirarme del triatlón porque me había sugestionado en que tenía asma, porque me lo comentaron en el grupo con el que entrenada. Y no, nunca lo había tenido. Meter una idea en tu cabeza es así de importante. Tener una higiene mental es vital para el deportista. Hace que rindes mejor. Lo que lees, la música que escuchas o tu entorno te van a relajar y hacer que rindas mejor”.
También para no sufrir dolencias. El gallego ve una relación directa entre el músculo y la cabeza. “Cuando tenía una lesión buscaba las causas en el exterior. Pero luego aprendí que dependía de mí. La lesión empieza en lo que tú piensas del deporte, en hacerlo tranquilo, sin estrés. Me he cansado de ver a gente buena, con capacidad física, que luego no competía, no tenía esa mentalidad”. Palabra de campeón.
El Dakar 2027, el próximo gran reto
Más allá del triatlón, o el ciclismo en particular, Iván Raña quiere más. Ya ha hecho sus pinitos en el mundo del motor, pero ahora se ha planteado escalar el Everest del automovilismo: el Rally Dakar: “La idea es participar en el 2027. Son disciplinas diferentes, pero tienen mucho en común. No siento cansancio. Cuando algo te motiva, no te cansas. Y el pilotar me transmite esas sensaciones, de concentración, de paz”, destaca el de Ordes.
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