Juan Pablo Ordúñez, “El Pirata”: "He pensado todos los días en tirar la toalla"

FORO LA REGIÓN

Entrevista a Juan Pablo Ordúñez, “El Pirata”, locutor de radio y productor musical especializado en Rock, que este sábado presenta, en el Foro La Región, su libro “Más de medio siglo de radio y rock”.

Publicado: 22 feb 2024 - 06:25 Actualizado: 25 feb 2024 - 21:51

Juan Pablo Ordúñez,”El Pirata”.
Juan Pablo Ordúñez,”El Pirata”.

“El Pirata” necesita pocas presentaciones entre los amantes del rock and roll, género al que ha dedicado toda una vida. El sábado, 24 de febrero, dentro del Foro La Región, presentará en el IES Ramón Otero Pedrayo, su libro “Más de medio siglo de radio y rock”. Será a las 19,00 horas.

Publica “Más de medio siglo de radio y rock” pero, ¿cuántos libros hubiese necesitado?

Realmente varios. Este libro no es que haya sido un resumen, ni mucho menos. Es, sencillamente, lo que de manera inconsciente, más me ha apetecido contar. Pero hay muchas más historias.

Con él en la mano, ¿se ha arrepentido de haber dejado cosas fuera?

Siempre ocurre que hay cosas que deberías haber metido y cosas que has incluido, que no deberían estar ahí. Este ha sido un proceso realmente largo, porque no soy un escritor. Me dedico a ello en mi tiempo libre y se ha extendido demasiado. Tuve que cerrar porque, primero, nunca pretendí que fuera un ladrillo y segundo, porque creo que ya estaba condensada suficientemente lo que ha sido la pelea por mantenerme en este bendito oficio que ha sido la radio rock.

¿Pensó en tirar la toalla en este oficio?

Todos los días lo he pensado. Pero para bien o para mal no lo he hecho.

Este fin de semana también participará en el concierto y homenaje a Micky.

Micky es una de esas personas que, aunque solo fuera por su simpatía personal y por lo buena gente que es, ya se lo merece. Pero además, no hay que olvidar que lleva en esto desde el principio. Fue de los primeros en pelearse y en dar la cara por una música que, en aquellos tiempos, estaba muy mal vista en este país. Y con más o menos suerte o quizás con un camino mejor trazado o peor, con 80 años sigue estando ahí y se merece el homenaje y un reconocimiento que este país no le ha dado.

En los 60-70, ¿qué implicaba ser rockero?

Ser un delincuente. Ser alguien mal visto por el mundo y por la policía. En aquellos tiempos porque practicaras esta música, haciéndola, escuchándola o divulgándola, eran palabras mayores de personas no muy convenientes.

¿Y ahora?

Al final hemos conseguido que los mass media y la sociedad admitan esto como algo absolutamente normal e, incluso en ciertos sectores, como admirable. Pero sigue teniendo, afortunadamente, esa actitud y esa filosofía que te diferencia mucho del resto de la sociedad. Ese hálito de diferencia con respecto a muchas otras cosas se mantiene en la gente del rock y eso es gratificante.

¿Es un mundo agradecido o desagradecido?

Hay días. El mundo del rock, en general, es bastante duro. Es muy difícil abrirse paso y mantenerse. Por las propias circunstancias de lo poco generalizado que está el rock en este país. Pero también tiene la parte que todos los que estamos en este rollo de alguna forma nos sentimos unidos. En el camino te encuentras gente que te echa un cable. Ver su actitud y que siguen en la pelea como tú, eso te anima a seguir. No es que sea desagradecido, es que realmente es muy difícil.

El futuro, ¿se presenta bien o complicado?

Las dos cosas. Bien, porque es una cultura que llegó a este planeta para quedarse. El único problema que tiene ahora es el relevo de las grandes vacas sagradas que, por edad, antes o después, lo tendrán que dejar. Pero existe una corriente imparable, yo diría que en todos los países del planeta, formada por muchos chicos, con sus ideas y su empuje, que están ahí peleando por su futuro y por tener su hueco bajo el sol dentro del mundo del rock. Es una corriente tan grande, tan intensa, que no hay quien lo pare. El futuro está bien, otra cosa será cómo se desarrolle y cómo se asiente, pero el horizonte es bueno.

¿Hay mucho mito?

Sí. Hay mitos que nacen por sí mismos, por su propio peso y porque realmente ocurrieron y se fraguaron. Pero también hay mucha mitificación. Una de las múltiples facetas del rock es, en muchas ocasiones, inteligentísimas campañas sobre un artista o un grupo. Las ha habido que se han manejado magistralmente, por lo que se han hecho muchos mitos. También en esta cultura, por lo ingenuos que somos, lo digo en el buen sentido de la palabra, tendemos a mitificar y a hacer grande cosas que, a lo mejor, son mucho más pequeñas y de repente se hacen una leyenda, pero nacen de nada. Eso también forma parte de nuestra cultura, de cómo somos y de lo mágico que es este mundo.

¿El rock es también buen humor?

Siempre. Amargados te los encuentras en cualquier parte, pero la gente del rock suele ser bastante vacilona, simpática. Es gente muy de calle, de convivir. Ahí se genera siempre buen rollo y buen humor.

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