La expulsión de los franceses cierra la mejor Reconquista
UN OURENSANO DERRIBA LA GAMBOA
El día grande de la revuelta viguesa culmina con el derribo de la Gamboa por el ourensano Cachamuiña
Porta do Sol volvió a ser el escenario principal de la Reconquista ayer en Vigo, a partir de las 18 horas. En el resto del barrio, las pandereteiras continuaban amenizando la fiesta, en las plazas seguían los bailes y Paseo de Alfonso, Elduayen u O Berbés parecían ajenos al gran acontecimiento que se avecinaba: la milicia, apoyada por los vecinos de la villa y las alarmas de la comarca se preparaba para expulsar a los franceses.
Cada vez con más tablas y mejor coordinados, los actores amateur, dirigidos por María Torres, dejaron claro que no tienen nada que envidiarle a los profesionales. Con un público en contra, los franceses tenían todas las de perder.
En el escenario, junto al Sireno de Leiro, y retransmitida por una pantalla grande en Praza da Princesa, comenzó la gala, presentada por Carlos Veleiro. El primero en tomar la palabra fue Pepe Fumega, presidente de la Asociación Vecinal de Casco Vello, quien agradeció a las administraciones, vecinos y sobre todo, a los voluntarios su aportación. El alcalde Abel Caballero, ataviado como gentil hombre de época, arengó a los presentes: “Echaremos fuera a ese ejército de asesinos de Napoleón. Somos una ciudad libre”. Señaló que la Reconquista se había convertido en la “romería urbana más importante del mundo, a la que acudieron este año un cuarto de millón de visitantes, y seguiremos creciendo”, avisó.
Así, se inició una obra que pese a conocida, no deja de emocionar cada año. Con un Tino Baz, como cronista entonando las canciones de ciego, en la primera escena apareció el comandante Chalot (Cristian Alberto Casal), que fue abucheado. El regidor Vázquez Varela (Suso Cobián) le exigió una buena convivencia con los vigueses. Con heroínas anónimas como Aurora (Juani) o Manuela (Rosa Laranxeiro) que animaron a los vecinos a engañar, robar y vencer a los franceses, llegó la escena en la taberna de Josefa do Rial y su sobrina Carmiña. Allí, tres soldados acuchillan a tres civiles: Xaquín da Silva, Diego Antonio Salgado y Juan Antonio Salgado. Fue la chispa que provocó el levantamiento popular.
En el siguiente escenario, la puerta de Gamboa, esperaba numeroso público a ambos lados de la muralla. Dentro los franceses aguantaron y, fuera, las viguesas tiraron la puerta abajo con un ariete y con el apoyo de Cachamuiña (Fernando Moreiras), no sin lamentar la muerte del marinero Carolo (Pepe Hermida). El abad de Valadares (Manuel Lago) y el teniente portugués Almeida (Juan Pablo Pérez) también participaron en la contienda con las alarmas del Val do Fragoso. A partir de ahí, todo fue humo y olor a pólvora, para finalmente dar paso a los más de 150 músicos de la banda de gaitas del Casco Vello que desfilaron hasta el puerto. Con el pasodoble de O Berbés y el himno del Antiguo Reino de Galicia que empujaron a los franceses a A Laxe, donde capitularon, embarcando rumbo a Inglaterra.
Sin tener las cifras concretas, desde la organización consideran que esta edición superó en todo a las anteriores. “Creemos que houbo máis xente implicada, máis público, máis consumicións e tamén máis traballo”, afirmó Fiz Axeitos, responsable de la asociación vecinal. En tres días de fiesta reconoce que sufrieron muchos incidentes, “pero grazas aos servicios de emerxencia non foron a máis”. A unas horas de finalizar la edición, ya piensan en el año que viene: “Sempre tentamos facer máis, non só en días, tamén en actividades, en oferta cultural ou en implicación veciñal; o ano que ven máis”.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
3.000€ POR BENEFICIARIO
Las ayudas de la Xunta para mejorar la imagen de las viviendas se podrán solicitar en enero
Lo último