Investigadores de Vigo logran un hito al conservar mejillones juveniles

Los investigadores Estefanía Paredes, Alba Lago y Jesús Souza Troncoso, del grupo Ecocost del Centro de Investigación Marina (CIM) de la Universidad de Vigo han conseguido un avance pionero a nivel mundial en el campo de la acuicultura sostenible: el desarrollo de un protocolo eficaz de criopreservación para el mejillón Mytilus galloprovincialis que permite conservar por congelación larvas en estadios avanzados y, por primera vez, organismos marinos juveniles de hasta 1 milímetro de tamaño.

El estudio, publicado en la revista “Scientific Reports” del grupo Nature, representa el primer caso documentado de criopreservación exitosa de un organismo marino de gran complejidad y dimensiones, situando el CIM cómo referente mundial en este ámbito. Este avance científico adquiere especial relevancia en el actual contexto de la miticultura europea, un sector en retroceso en las últimas décadas. De hecho, la producción de mejillón en la Unión Europea pasó de 600.000 toneladas en 1990 a 480.000 toneladas en 2016, debido la múltiples factores como la merma del reclutamiento natural, restricciones en las zonas de extracción de semilla, el aumento de la temperatura marina, el impacto del cambio climático y la exposición a contaminantes.

En Galicia, donde M. galloprovincialis representa alrededor del 60% de la producción mundial, la fuerte dependencia de las fuentes naturales de semilla (mexilla) constituye una de las principales limitaciones del modelo productivo tradicional. Por todo ello, el nuevo protocolo desarrollado por los investigadores del CIM supone un importante avance técnico, pero también una herramienta estratégica con aplicación directa en la sostenibilidad marina.

“El mejillón es un modelo para avanzar en otras especies”

Según Estefanía Peredes, del Departamento de Ecología y biología animal, “la investigación en mejillón es muy importante por dos razones: por una parte, se trata de una especie de enorme interés para la sociedad gallega y poder contribuir al conocimiento y a la sostenibilidad de este recurso me parece fundamental. Por otra, empleamos el mejillón como animal modelo para avanzar también en otras especies como las almejas o los berberechos. Los logros alcanzados con esta especie los impulsarán en el desarrollo de protocolos para otros moluscos”. El objetivo principal de la investigación fue diseñar un protocolo de criopreservación que abarcara todo el ciclo larvario del mejillón, incluyendo por primera vez la fase juvenil, hasta ahora inalcanzable. Para conseguirlo, se realizaron bioensayos en los que se modificaron factores clave.