El PP se hará con Finisterre a golpe de moción de censura

CONCEJAL DÍSCOLO

La alcaldesa lamenta que el edil que echó del gobierno “no sepa gestionar el odio” y apoye la medida

Áurea Domínguez, alcaldesa del concello de Finisterre.
Áurea Domínguez, alcaldesa del concello de Finisterre.

Los cinco concejales del PP de Fisterra, con el apoyo del edil díscolo Francisco Martínez Traba (Alternativa dos Veciños, AV), han registrado una moción de censura contra la alcaldesa Áurea Domínguez (AV). La iniciativa permitirá que el popular Luis Insua asuma la alcaldía el próximo 19 de agosto, tras el pleno convocado para ese día al mediodía.

La propia alcaldesa confirmó la presentación de la moción en sus redes sociales, reconociendo que era un paso “previsible” pero lamentando que no busca el beneficio de la población sino que responde a “instintos primitivos” y “odio personal” de Martínez Traba, quien fue expulsado del gobierno local pero seguía formalmente en el grupo municipal.

Este episodio refleja una crisis interna en el grupo de gobierno de Fisterra, donde Áurea Domínguez gobernaba con solo dos de los once ediles, mientras que los cinco del PP, dos del PSOE y uno del BNG completan la corporación. La expulsión del edil díscolo del ejecutivo local no logró evitar la moción, ya que un reciente fallo del Tribunal Constitucional eliminó la prohibición de que un concejal tránsfuga apoye una moción de censura, un cambio legal que ha facilitado varias mociones en Galicia en los últimos meses.

Luis Insua defendió la moción argumentando que el gobierno actual funcionaba en una situación de “minoría muy clara” y actuaba “a base de improvisaciones”, citando como ejemplo la gestión insuficiente de socorristas en las playas. Además, recordó que el PP fue la fuerza más votada en las últimas elecciones municipales con una diferencia notable y que su objetivo es devolver la estabilidad y mejorar la gestión municipal.

El caso de Fisterra se enmarca en una tendencia regional donde varias mociones de censura han cambiado el mapa político local tras la reforma legal. Ejemplos recientes incluyen Forcarei, donde Belén Cachafeiro (PP) asumió la alcaldía con apoyo de un exedil socialista, así como las próximas mociones previstas en Noia y Touro, ambos en la provincia de A Coruña. Esta dinámica ha generado un clima de inestabilidad y reconfiguración política en varios municipios gallegos.

La moción en Fisterra supone un ejemplo de cómo los conflictos internos en grupos municipales y los cambios legales están impulsando movimientos que pueden alterar el gobierno de varias localidades, con consecuencias directas sobre la gestión y los proyectos locales, además de reflejar tensiones políticas que afectan la gobernabilidad. Por último, la alcaldesa instó a que las próximas actuaciones se centren en “trabajar por el bienestar de los vecinos” y evitar que intereses personales condicionen la administración pública.

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