El PPdeG gana terreno local: más alcaldías que el resto de partidos

POLÍTICA

El foco de los populares está puesto en las diputaciones provinciales de Lugo y A Coruña

Francisco Pérez, a la izquierda, recibe el bastón de mando tras la moción de censura en Noia.
Francisco Pérez, a la izquierda, recibe el bastón de mando tras la moción de censura en Noia.

El PP gallego es el partido que más terreno municipal ganó desde que se constituyeron las corporaciones locales a las que dieron pie las últimas elecciones municipales de mayo de 2023. En poco más de dos años sumó más alcaldías nuevas que el resto de formaciones juntas en Galicia y, a día de hoy, dirige 158 gobiernos locales, más de la mitad de los que corresponden a los 313 municipios de la comunidad.

En total, desde que en junio de 2023 se constituyeron las corporaciones municipales, más de una treintena de ayuntamientos cambiaron de regidor (algunos en más de una ocasión, lo que aproxima a 40 los relevos) y en casi una veintena no solo hubo un cambio de caras dentro del mismo partido, sino que el bastón municipal de mando pasó a una fuerza distinta.

En concreto, de las 17 ocasiones en las que hubo o está pendiente un cambio de partido (en Ribeira está pendiente de materializarse el relevo), una docena se debieron a mociones de censura (que pegaron un acelerón tras el cambio legislativo que validó el apoyo de ediles tránsfugas el pasado mes de junio) y otras cinco a otras casuísticas -que incluye un pacto de rotación en O Bolo (Ourense)-. La mayor parte de los cambios (11, si se incluye la moción de censura de Ribeira, cuyo debate está convocado para el 13 de octubre) fueron en beneficio del PP, que, en todo caso, también perdió tres alcaldías, que ahora tiene el PSOE (O Irixo, Viana do Bolo y Noia).

De las que sumaron los populares, la práctica totalidad las perdieron formaciones independientes, aunque también arrebataron al PSdeG alcaldías de localidades como Forcarei y Viveiro, o al BNG Ribeira. Pero además de mociones de censura, los populares accedieron a alcaldías de independientes, en ocasiones que previamente habían ya militado en el partido, por otras vías, o dieron pasos para “desactivarles” de cara a 2027 (y evitar así una posible fuga de votos), aunque no se pongan al frente del gobierno local. Un ejemplo es del de O Valadouro, en Lugo, donde hace poco más de un año la alcaldesa (Udival) dimitió y alegó “total pérdida de confianza” en los que hasta entonces eran sus compañeros de gobierno (socialistas y BNG) antes de entregar la Alcaldía al PP.

La alcaldía de Sarria

Asimismo, el pasado fin de semana, el PP llegó a un acuerdo con el alcalde de Sarria, Claudio Garrido (Camiña Sarria). Con este pacto, que incluía una serie de inversiones en la localidad, el alcalde daba por concluido el ciclo político de Camiña Sarria y avanzaba su intención de no presentarse “al 99,99%” de las posibilidades. El avance hacia las próximas locales, ya más cerca, y el hecho de que Lugo sea una plaza en la que se vislumbra pelea por la diputación, que a día de hoy preside el socialista José Tomé, pero que el PP tiene también entre sus objetivos políticos, puso el foco en otros pasos o contactos que llamaron la atención.

Lo hizo, por ejemplo, que el alcalde de Quiroga, el independiente José Luis Rivera, acudiese a la última junta directiva del PP provincial de Lugo, o que la presidenta provincial del PP, Elena Candia, fuese vista con el regidor de Becerreá, Manuel Martínez, quien afirmó, en unas declaraciones difundidas por El Progreso, que él come “con todo el mundo”, antes de avisar: “Seguiré con Galicia Sempre, a no ser que forren Becerreá de millones”.

En lo que respecta a las nuevas alcaldías obtenidas, el saldo definitivo (entre las perdidas y ganadas por las distintas fuerzas) superado el ecuador del mandato municipal deja al PPdeG con más de la mitad las alcaldías gallegas, mientras que el PSOE ronda el centenar y el BNG tendrá, tras la operación de Ribeira, unas 35.

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