Vídeo | Los rugidos de un caza ponen el broche a la visita de Dédalo a Vigo

La estancia de la flota de la Armada en Vigo llegó a su fin en el día de ayer. Fue en Samildonde se puso el punto y final a la visita de las embarcaciones, con un espectáculo que dio comienzo a las 16:00.

Durante la media hora que duró la exhibición se llevó a cabo un ejemplo de desembarco real, explicado de forma técnica por un oficial a través de los altavoces de la playa. Primero, unas lanchas de transporte de soldados salieron desde el “Juan Carlos I” y rodearon la playa. Al mismo tiempo, los cazas pasaban muy cerca de la costa para reconocer la zona. Después, los dos helicópteros empezaron a volar cerca de la multitud y los soldados dentro de él aprovecharon para saludar a la gente. Luego, uno de esos helicópteros se detuvo sobre la arena para marcar la zona, en la que posteriormente desembarcarían las lanchas de soldados. Ese mismo helicóptero soltó una serie de bombas sobre el mar describiendo varios haces de luz mientras volvía al buque.

Una vez terminado el primer bloque, empezaron las acciones ya propiamente en el suelo de la playa. Las lanchas, que estaban rodeando la costa, llegaron al punto marcado por el helicóptero para que desembarcaran los soldados. Estos permanecieron en formación, hasta que dos embarcaciones de transporte de vehículos llegaron con cuatro camiones, dos de ellos con ametralladoras. Durante todo este proceso, otro grupo de soldados se posicionó en unas trincheras improvisadas a unos 30 metros del punto de desembarque. Una vez reunidos el primer grupo con los camiones, el segundo grupo empezó a disparar al primero con balas de fogueo, que simulaban los sonidos de una guerra real. La lucha terminó cuando el primer grupo de soldados simuló vencer al segundo y dejó la zona asegurada con unas bengalas de color rojo.

Seguidamente, los cazas y los helicópteros hicieron su última aparición juntos, sobrevolando el largo de Samil. Para finalizar, el caza se suspendió un minuto enfrente de la gente y volvió al portaviones, cerrando así el tiempo de Dédalo en Vigo.