Raquel Menor, actriz por pasión

Foto: Ramón Vaquero

Durante tres días (10, 11 y 12 de junio), Raquel Menor Rodríguez (Ourense, 1969) será Claudia sobre el escenario del teatro principal. “Hechos furiosos: conversaciones con un gato”, es un monólogo de la dramaturga Nathalia Paolini que encara en clave de humor, aquellos hechos de la vida que le preocupan a una mujer contemporánea. Su vocación interpretativa nació de manera precoz, en la infancia, pero la vida la llevó por el mundo de la empresa y los negocios hasta que hace ocho años decidió dar un golpe de timón y perseguir sus sueños. Y lo hizo a lo grande, como actriz, guionista y productora, participando en proyectos internacionales como “Finlandia” (2021) o “A Nosotros tu Reino” (2019).

“HECHOS FURIOSOS: CONVERSACIONES CON UN GATO”. ES UN TÍTULO MUY SUGERENTE. ¿QUÉ SE VA A ENCONTRAR EL ESPECTADOR?

Es un monólogo que dura cerca de una hora y media, escrito y dirigido por una actriz y dramaturga hispano venezolana que se llama Natalia Paolini. No es una obra al uso, ni pretende una catarsis ni quiere dar una lección. Pero sí es una reflexión de una mujer que se llama Claudia. Vive al máximo, incluso se llega a refugiar en las drogas y el alcohol para sobrevivir a ella misma. Al igual que muchas veces pensamos, o incluso hablamos con nosotros mismos haciendo reflexiones, ella lo hace a través de conversaciones con su gato. Son reflexiones sobre cuestiones que preocupan a todos, en nuestro día a día. Sobre la vida, la felicidad, el amor, lo que somos… pero siempre en clave de humor. Yo creo que la gente se lo va a pasar muy bien.

ESTRENAR EN OURENSE ¿ES COMO PARA UN EQUIPO DE FÚTBOL, JUGAR EN CASA?

Para mí es un lujo, poder estrenar esta obra y además hacerlo en Ourense. Es estrenar en casa. Y este estreno tiene una particularidad. Que la obra cuenta con una banda sonora al piano integrada por adaptaciones de piezas muy conocidas y una composición hecha específicamente para esta obra que solo en las representaciones en el Principal será interpretada en directo por el autor de las adaptaciones y la composición original, un joven de 18 años, que es mi hijo Alex.

¿ES USTED UNA ACTRIZ DE VOCACIÓN TARDÍA?

Al contrario, la interpretación fue en mí una vocación muy precoz. Recuerdo que con seis años me escapé de casa para irme al circo de los Muchachos en Bemposta. Por el camino tuve miedo y regresé y nadie se enteró de mi aventura hasta hace muy poco. A mí me gustaba mucho cuando me llevaban allí al circo porque me identificaba con aquellos niños y quería ser una más entre ellos. Sentía una gran pasión pero la vida me llevó por otros derroteros, a trabajar en el mundo de la empresa, primero con mi padre y luego ya en otros proyectos, me fui a estudiar a Londres y a partir de ahí enfoqué mi carrera al comercio exterior.

¿Y CUÁNDO DECIDIÓ MATERIALIZAR SU PASIÓN DE LA INFANCIA?

En 2014 hubo un punto de inflexión en mi vida profesional y pensé en tomarme un año sabático. Hablando con mis hijos, me preguntó el mayor. “¿Mamá, cuál era tu sueño de niña?”. Ser actriz, le contesté. “Pues si quieres, puedes”. Empecé a formarme, primero como actriz de doblaje, doblé dos películas para la televisión del Principado de Asturias. Luego seguí formándome como actriz de teatro, hice dos obras de teatro y seguí formándome. De hecho no había vuelto al teatro hasta ahora.

¿FUE UN PROCESO DIFÍCIL?

No es difícil por razones técnicas o de capacidad. Está claro que necesitas una formación sólida para la interpretación. Pero es que una vez realizada esa preparación, cuando tienes cierta edad, como me sucedió a mí cuando me subí por primera vez a un escenario, tienes la ventaja de que dispones de una experiencia vital, una madurez, que te ayuda a interpretar personajes porque ya has pasado por muchas de las vivencias que tienes que interpretar. La interpretación se basa mucho en las emociones y tú ya has vivido esas emociones. Cosa que no pasa con un actor o actriz que tenga veinte años, por muy buena formación que haya tenido. Pero sí es cierto que llegar a este mundo a la edad que llegué yo resulta más difícil porque no tienes tantas oportunidades. Entre otras razones porque hay muchas actrices de sobra conocidas que copan prácticamente todos los papeles.

EN “HECHOS FURIOSOS”, SUBE AL ESCENARIO LA ACTRIZ, PERO TRAS LAS BAMBALINAS SE QUEDA LA PRODUCTORA. ¿ES DIFÍCIL PRODUCIR Y PROTAGONIZAR?

Pues mucho más difícil que dirigir y protagonizar. Porque el trabajo de una productora es mucho más tedioso y muy poco agradecido y a veces entorpece el trabajo de la actriz, porque hay que dedicar tiempo y cabeza para conseguir los recursos que permitan que una obra o una película llegue a término y a veces esa dedicación no te deja centrarte en tu faceta de actriz.

¿TAMBIÉN EN ESA FACETA , LA DE PRODUCTORA, PESÓ LA VOCACIÓN?

¡Qué va! Yo fui productora por accidente. En realidad, me hice productora en 2017 para poder contar en un largometraje documental la historia de Simón González, trece veces consecutivas campeón del mundo de kickboxing, con quien me había reencontrado en Ourense en 2016. Estuvimos hablando y le dije que tenía que contar su historia. Escribí el guion y me di cuenta de que para llevarla a cabo tendría que producirla. “A nosotros tu reino” se estrenó en 2019. Así entré en el mundo de la producción. Y luego me invitaron a participar en el largometraje “Finlandia”, que se rodó entre 2019 y 2020 en México y España y se estrenó en 2021 y además produje algún corto y dos videoclips.

RECIENTEMENTE FUNDÓ “LACONDA PRODUCCIONES” ¿FUE PARA DAR UN PASO MÁS EN EL MUNDO DE LA PRODUCCIÓN?

Fue más por necesidad. Porque hasta entonces yo producía como persona física, es decir, una autónoma. Y en este mundo, que es muy complicado, sobre todo en lo que se refiere al ámbito de las subveciones, necesitas trabajar bajo el paraguas de una sociedad. Para mí, que venía del mundo de la empresa y el comercio exterior, producir no es algo que me resulte extraño. Al final es vender un producto, igual que en el resto de las actividades. Solo que en este caso se trata de un producto que no está físicamente en el mercado, sino sobre el papel, hasta que se materializa en una película, un audiovisual o una obra de teatro. En ese sentido, en la producción entra más en juego la confianza entre el inversor y el productor porque tiene que creer en lo que le intentas vender.

¿ALGÚN PROYECTO EN MARCHA, ADEMÁS DE “HECHOS FURIOSOS”?

Tengo dos proyectos, un cortometraje y un largometraje. Ambos son sobre guiones míos y ambos para ser rodados en Ourense porque están ambientados aquí. Cuando escribo, siempre echo mano de mis vivencias, aunque luego lo transforme en una ficción por eso te vas siempre a esos lugares que te marcaron de alguna manera, por ejemplo la calle de los vinos, la catedral, el olor de la piedra mojada cuando llueve...