El comandante que impulsó el golpe de Estado en Guinea, favorito para unas elecciones casi sin oposición

La población de Guinea está llamada a las urnas este domingo para unas elecciones presidenciales que no se celebraban desde 2006. Esta convocatoria, no obstante, no está exenta de polémica, ya que el comandante que impulsó el golpe de Estado en 2021 se presenta sin apenas oposición.

Así pues, está previsto que quien se alzó como líder de la junta militar, Mamady Doumbouya, se haga con la victoria y mantenga su posición al frente del país africano, en medio de críticas por su deriva autoritaria y por incumplir su promesa de no presentarse como candidato tras el periodo de transición.

Y es que Doumbouya, un antiguo comandante de las fuerzas especiales que encabezó la asonada que derrocó a Alpha Condé en medio de la crisis desatada tras los comicios de 2021 —en los que la oposición denunció un fraude—, había prometido ceder el poder a los civiles en una nueva etapa en la que los militares no jugarían papel alguno.

Si bien inicialmente se planteó que las elecciones se celebrasen a finales de 2024, este plazo fue violado argumentando dificultades a la hora de organizar la votación. Con todo, Doumbouya prometió en su discurso de Año Nuevo que tendrían lugar en 2025.

Ahora, tras aprobar en un referéndum —que fue boicoteado por la oposición— una Constitución que impide presentarse a las elecciones a candidatos de partidos políticos que no se consideren legales, lo que de facto impone que Doumbouya apenas tendrá oposición, se celebrarán finalmente los comicios.

Otra de las cláusulas de la nueva Constitución es que los candidatos a puestos públicos —incluida la jefatura de Estado— deben tener entre 40 y 80 años de edad y residir en Guinea, lo que acabó formalmente con las aspiraciones de sus principales rivales.

Sin oposición relevante

De hecho, ninguno de los referentes de la oposición recibió el visto bueno para presentarse.

Ni el principal opositor, Cellou Dalein Diallo, líder de la Unión de Fuerzas Democráticas de Guinea (UFGD), que tiene 73 años pero reside en el exilio entre Senegal y Costa de Marfil después de la asonada; ni tampoco Condé, de 87 años y también en el exilio en la ciudad turca de Estambul; o el ex primer ministro Sidya Touré, de 80 años y también en el exilio.

Así pues, entre los aspirantes destaca el economista Abdoulaye Yero Balde, líder del Frente Democrático de Guinea tras abandonar el partido de Condé en 2020 debido a su oposición a que el entonces presidente se presentara a un tercer mandato.

Junto a la suya estarán las candidaturas de Faya Lansana Millimono, líder del Bloque Liberal, que respaldó a la junta tras el golpe de Estado; y de Hadja Makale Camara, una exministra de Condé que ahora encabeza el Frente para la Alianza Nacional y quien es la única mujer que aspira a la presidencia. Por su parte, Ibrahima Abe Sylla, que fue ministro con Doumbouya, aspira a acaparar parte del voto joven bajo la bandera de Nueva Generación para la República; y el resto de caras son figuras poco conocidas a nivel político en Guinea.

Las protestas, prohibidas

El clima de dudas en torno a la deriva autoritaria de Doumboya se ha visto acrecentado por la decisión de la junta de prohibir las protestas y de limitar las actividades de la oposición; unas decisiones adoptadas bajo el argumento de la seguridad y la protección de la estabilidad que se suman a las condenas por parte de activistas y opositores por la reducción del espacio cívico.

De hecho, Naciones Unidas denunció el viernes las "graves restricciones" al espacio civil y político, marcado por "la intimidación a los opositores, desapariciones forzosas por aparentes motivos políticos y limitaciones a la libertad de medios"; hechos que pide que sean investigados "de forma rápida e imparcial".