El Ateneo Español de México reconoce a Serrat como socio de honor en el país que lo acogió durante su exilio

El Ateneo Español de México, una de las instituciones que custodian la memoria del exilio republicano en la capital azteca, nombraba como socio de honor al cantautor Joan Manuel Serrat. El reconocimiento no solo celebró la trayectoria artística del cantautor, sino también su vínculo profundo con la comunidad del exilio, que lo acogió durante los años 70 cuando tuvo que permanecer en México tras condenar públicamente los fusilamientos finales del franquismo.

El acto, celebrado en el patio central de la histórica casona fundada en 1949, comenzó con la intervención de Mariángeles Comesaña, vicepresidenta del Ateneo, en la que confesó que la presencia de Serrat desbordaba cualquier intento de contención: "Estoy tan emocionada de estar aquí en nuestro Ateneo, sentada junto a Joan Manuel Serrat, que se me agolpan las palabras".

Comesaña, que se definió como parte de una generación moldeada por las canciones del artista, expresó cómo su obra había construido un puente entre la vida cotidiana y la poesía: "Tus palabras, Joan Manuel, han sido un vínculo con lo esencial… Aquellas pequeñas cosas, qué grandes son en las olas de tu música". Recordó también la estancia de Serrat en México durante su exilio, evocando una imagen que arrancó sonrisas entre los asistentes: "Te imagino llegando a los pueblos pequeños de México, en la década de los 70, montando el templete y las bocinas para cantar frente a gente humilde".

Tras su intervención, se leyó una semblanza del artista, en la que se repasó su trayectoria desde los años de dictadura en España, su temprana vinculación con la poesía y el impacto transgeneracional de sus discos dedicados a Machado y Miguel Hernández, auténticos símbolos de resistencia cultural para los exiliados.

A continuación tuvo lugar la actuación de los coros infantiles del Instituto Luis Vives y el Colegio Madrid, instituciones fundadas por exiliados y en las que el legado republicano sigue vivo.

Cuando finalmente tomó la palabra, Serrat recordó la importancia de mantener viva la memoria: "Me gustaría caminar por esta casa para compartir todo el recuerdo, el orgullo y buscar los caminos del futuro". También dedicó unas palabras a los más jóvenes, a quienes animó a labrarse un porvenir sólido: "Uno se hace viejo y acaba convirtiéndose en algo muy largo, la biografía", bromeó entre sonrisas.

El artista aprovechó para reflexionar sobre su reciente paso por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde recibió un doctorado honoris causa: "Que el México de los libros le gane al México de las armas y la violencia. Estoy convencido de que el camino no puede ir en otro sentido", aseguró.

La ceremonia concluyó con la foto oficial y un recorrido de Serrat por las instalaciones del Ateneo, declarado Lugar de Memoria por el Gobierno de España.

El Ateneo Español de México, custodio de la memoria del exilio

Fundado en 1949 por exiliados republicanos e intelectuales mexicanos, el Ateneo se autodefine como una asociación civil laica, democrática y sin ánimo de lucro, dedicada a preservar y difundir la memoria histórica del exilio español en México. Su misión combina la custodia documental con la promoción cultural y educativa, manteniendo viva la historia de quienes encontraron en México una segunda patria tras la Guerra Civil.

En sus más de siete décadas de vida, la institución ha reunido a destacados artistas, escritores y pensadores, y sigue siendo un espacio de encuentro donde el legado del exilio se proyecta hacia las nuevas generaciones. Con la incorporación de Serrat como socio de honor, el Ateneo suma a su nómina a una figura que encarna, en palabras de sus organizadores, "la libertad, la imaginación y la felicidad que su música ha dado al exilio".