La Casa de Cantabria en Las Palmas celebra la Bien Aparecida reivindicando sus raíces cántabras

La Casa de Cantabria en Las Palmas celebró este fin de semana la fiesta de la Bien Aparecida, patrona de la región, en un emotivo acto que volvió a reunir a la comunidad cántabra residente en Canarias. La jornada, en la que no faltó la música, la gastronomía y el recuerdo de las raíces montañesas, sirvió para reafirmar el espíritu de unidad y el orgullo de pertenencia a una tierra que mantiene vivo su vínculo con los suyos, sin importar la distancia.

Durante el encuentro, se recordó la historia de esta Casa regional, fundada en los años 80 bajo el impulso de Álvaro Fernández Estrada, y que hoy, con cerca de 350 socios, continúa siendo un punto de encuentro, convivencia y dinamización cultural. Su actual presidente, Miguel Dubreuil, y su junta directiva recibieron el reconocimiento de los asistentes por mantener la actividad y la tradición que define a la entidad.

La celebración incluyó la lectura de textos tradicionales, la interpretación de piezas folclóricas cántabras y un homenaje a las generaciones que han contribuido a conservar la identidad de Cantabria en el exterior. Además, se destacó la labor de todas las Casas de Cantabria repartidas por España y el mundo, verdaderas embajadas culturales de la comunidad.

Según indicaron desde el Gobierno de Cantabria, este año se han destinado 466.800 euros en ayudas a las casas —un 9,6 % más que el año anterior— para garantizar su continuidad y fortalecer su programación social y cultural.

La consejera de Presidencia, Justicia, Seguridad y Simplificación Administrativa, Isabel Urrutia, fue la encargada de pronunciar el pregón de las fiestas. En su intervención, expresó el orgullo de pertenecer a una tierra “que brilla por sí misma” y que avanza hacia una Cantabria “de primera”, al tiempo que agradeció a los cántabros residentes en Canarias por “mantener viva la llama de nuestra tierra a miles de kilómetros”.

Urrutia reafirmó, asimismo, el compromiso del Gobierno autonómico de seguir trabajando de la mano de las Casas regionales para conservar su legado y garantizar que las nuevas generaciones sigan siendo portadoras de la cultura y las tradiciones cántabras en todo el mundo.