Entre el fuego y la sartén, la falsa disyuntiva electoral en Argentina

OPINIÓN

Es bueno reiterar que con los resultados, sean cuales fueren, no cambia el presidente, no cambia el partido político gobernante, nada de eso, por lo cual la falsa opción “ Si no gana el oficialismo vuelve lo peor del pasado” es un cebo en el anzuelo con que se ha salido a pescar.

Una joven vota en una mesa electoral
Una joven vota en una mesa electoral | Europa Press

Los argentinos viven un clima que responde a una “nacionalización” de estas elecciones y no a su característica de elecciones legislativas, que eso son.

Evidentemente ha habido interés por parte del gobierno actual de crear este clima. En las manifestaciones públicas de sus referentes, desde el primer mandatario mismo, así lo han planteado. “Se juega el destino de Argentina, su retroceso o avance”, incluso hubo fuertes declaraciones de jefes de Estado de primer nivel internacional, que conllevaron a crear esta impresión.

¿Qué significa esto para el ciudadano? Se pone ante una disyuntiva falaz. Es bueno reiterar que con los resultados, sean cuales fueren, no cambia el presidente, no cambia el partido político gobernante, nada de eso, por lo cual la falsa opción “ Si no gana el oficialismo vuelve lo peor del pasado” es un cebo en el anzuelo con que se ha salido a pescar.

Aún sin obtener mayoría de votos, el partido gobernante incorporará diputados y senadores, claro que no tendrá, por buenos que sean los resultados, la mayoría en ninguna de las cámaras ( diputados y senadores) por lo cual deberá seguir “negociando”, dialogando, haciendo política, con los bloques que, sin ser del oficialismo, tienen una posición abierta a analizar las propuestas legislativas y votarlas o sugerir modificaciones, pero no a libro cerrado.

Esta es la situación: Las expectativas acerca de los resultados de la elección del este domingo serán analizadas y leídas en clave de referéndum de la política de Estado. Nuevamente los argentinos han sido puestos en la situación de “el fuego o la sartén”, tal vez esta versión de “soy yo o el precipicio” sirva para que algunos votantes no analicen la importancia de la diversidad política en la integración del poder legislativo .

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