Así se selló el hermanamiento entre Granada y Remscheid, propiciado por la colectividad española en Alemania

Granada y Remscheid están oficialmente hermanadas desde la pasada primavera. El acuerdo, rubricado el pasado 2 de mayo de 2025 en el Ayuntamiento de Granada y ratificado el 6 de septiembre en el Ayuntamiento de Remscheid, culmina el esfuerzo de generaciones de emigrantes españoles que, desde los años setenta, han mantenido vivo el vínculo entre ambas ciudades.

La idea del hermanamiento partió de la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Alemania, con sede en Remscheid, que durante décadas ha tejido redes de colaboración entre las comunidades españolas asentadas en Alemania y sus lugares de origen. “Fue un día que coronó el trabajo de generaciones”, afirmaron los representantes de la entidad, que lo consideran “la piedra angular de una nueva era de cooperación”.

Sin embargo, las raíces de este hermanamiento se hunden en la historia migratoria de los años 60 y 70, cuando miles de familias granadinas llegaron a Remscheid buscando oportunidades laborales. De aquellos primeros clubes de apoyo mutuo nacería la Coordinadora Federal, que con el paso de los años se consolidó como la voz representativa del movimiento asociativo español en Alemania.

“Éramos el hogar en la distancia, donde se vivía comunidad, se cultivaba la cultura y se organizaba apoyo mutuo”, recuerdan desde la entidad, que hoy agrupa 59 asociaciones en todo el país. Que su sede nacional permanezca en Remscheid, subrayan, “no es casualidad, sino una prueba de que aquí late el corazón de este compromiso”.

Por ello, este hermanamiento, aseguran desde la Coordinadora, “fue una de nuestras ideas centrales” y constituye “un homenaje a los pioneros que dejaron su tierra para crear una nueva en Remscheid”. La organización coordinó la logística de la delegación granadina y el marco del acto oficial, que contó con la firma de la alcaldesa de Granada, María Francisca Carazo Villanova, y del alcalde de Remscheid, Burkhard Mast-Weisz.

En la tramitación fue determinante la colaboración con la Asociación Granadina de Emigrantes y Retornados (AGER), que contribuyó a dar voz a la comunidad granadina en ambas ciudades. Por no hablar de las celebraciones, que en Remscheid se convirtieron en una auténtica fiesta de las asociaciones españolas en Alemania, con música, gastronomía y actividades culturales que simbolizaron la unión sellada en el papel.

Para la Coordinadora Federal, la firma del acta no supone un punto final, sino un punto de partida. La entidad planea impulsar programas de intercambio juvenil, festivales culturales, cooperación económica y proyectos intergeneracionales que mantengan viva la conexión entre ambas ciudades. “Somos los constructores del puente que garantizará que esta relación entre Granada y Remscheid permanezca sostenible, viva y perceptible para todos los ciudadanos”, señalan sus responsables, para quienes “reconocer la historia compartida de quienes partieron, celebra la solidaridad que nos ha unido durante décadas y proyecta hacia el futuro una colaboración hecha de memoria, identidad y esperanza”.